A partir del 7 del mes en curso, he estado recibiendo en mi correo, una sutil y original invitación por parte de Ricardo Castillo Barrientos, para sumarme a un movimiento social ---así lo denomina---, en apoyo a las aspiraciones de José Luis Basilio Talavera, por los partidos emergentes a la presidencia municipal de Acapulco, para darle un nuevo rostro de lo que fue el mejor puerto del sur de nuestra república, porque en estos dos últimos años en que ha sido conducido por Félix Salgado Macedonio, sin duda alguna, el resultado ha sido un total fracaso, y en el año que le falta a su trienio no se avizora ningún cambio, ni siquiera una mejoría.
Sin ser escrutador del alma acapulqueña a pesar de que los fines de semana visito a esta ciudad por cuestiones de estudios en el IIEPA-IMA-UAG, considero que esta nueva forma de hacer precampaña no pone en peligro el posible registro en el tiempo indicado por el Consejo Estatal Electoral, porque no violenta el reglamento de precampaña del CEE, como sí lo han estado haciendo otros aspirantes del PRD y el PRI. Basilio Talavera ha sabido cuidar las formas y el fondo. Me parece que él y el senador Luis Walton Aburto, de Convergencia han sido respetuosos en no hacer una campaña como si ya fueran candidatos a la joya de la corona de Guerrero, Acapulco.
No puedo escribir a favor de nadie, por mi status de consejero local del IFE-Guerrero, lo que estoy haciendo es redactar y enaltecer una nueva forma de impulsar el perfil de un aspirante, porque aún no es precandidato, el director de la Facultad de Turismo de la Universidad Americana de Acapulco, es de esperarse que así se pudieran conducir los demás aspirantes. El vuelco en las preferencias electorales es un hecho. Rotundo y sorpresivo, por la velocidad en que ha tenido lugar en Acapulco, pero no imprevisible o inesperado. Si nos atenemos al complejo de causas y azares que define toda contienda democrática, su probabilidad de ocurrencia es tan alta como el resto de las opciones planteadas, delineadas y/o cultivadas por mercadólogos, estrategas, futurólogos y analistas de la política-ficción.
En este caso, a diferencia de los anteriores procesos electorales se ha estado adelantando demasiado, la posición del alcalde ya de salida, afortunadamente para los acapulqueños, ha llegado realmente a los terrenos del drama, pero mantiene la vela de la disputa en tercios mayores por Acapulco para el próximo trienio: Convergencia, PRD y PRI.
El resultado a dos años del actual gobierno que encabeza Salgado Macedonio es de sobra conocido. En el desánimo de la sociedad acapulqueña. En las percepciones de la sociedad no alineada a sectarismos ideológicos o quiebres sentimentales. También, seguramente, en amplias franjas del electorado perredista, aunque prefieren no contrariar la “confianza del pueblo” ni provocar la ira del “caudillo”.
El arrancadero es, pues, un buen momento para identificar las principales líneas estratégicas de las tres fuerzas políticas que se van a disputar la presidencia municipal de Acapulco en el 2008. El Doctor Tomás Miklos, a quien tuve como maestro en la Universidad Iberoamericana-Santa Fe, en prospectiva política, planeación estratégica y análisis político de coyuntura, interpretando su análisis, concluiríamos en que son cinco los rubros a considerar para lograr primero la candidatura y posteriormente el triunfo electoral por Acapulco: 1) el mensaje central, es decir el tema que cada candidato juzga vital para los electores; 2) la clientela electoral: se refiere a la identificación de los segmentos-objetivo; 3) el estilo personal: indica las formas y prácticas para allegarse el sufragio; 4) el círculo de colaboradores cercanos y el calibre de las maquinarias del candidato, es decir su talón de Aquiles, el flanco por el que más suele ser atacado por sus adversarios.
El aspirante de los tres partidos con mayor presencia en Acapulco: PRD, Convergencia y el PRI, que se proponga realizar una verdadera transformación por el municipio más importante de los 81, y que conozca mejor cómo leer el mensaje de la sociedad acapulqueña. Con todo y la alternativa –o a pesar de ella--, la idea del cambio sigue dominando la política no solo acapulqueña, sino guerrerense, porque en poco o nada hemos cambiado a pesar de la alternancia de febrero de 2005.
jueves, 13 de diciembre de 2007
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