MACCARTHYSMO EN GUERRERO

El caso del senador republicano de los Estados Unidos, Joseph McCarty, un paranoico perseguidor de comunistas en Estados Unidos, en 1950-53, durante el tiempo en que fue senador se dedicó a una cacería de brujas de todo aquel que fuera sospechoso de comunista, como ahora lo hace el equipo de voceros del gobernador de Guerrero.

El senador McCarty, con el enorme poder que acumuló infundía miedo, terror y represión (como lo que ocurrió con la cuarteta Zeferino-Chavarría-Reyes Torres-Salinas Altés), el pasado miércoles 14 de noviembre, autores intelectuales de la brutal represión contra estudiantes y egresados de la Escuela Normal Rural en el Congreso del Estado, y trataron de lavarse las manos “culpando” a periodistas independientes y al diputado Ramiro Solorio Almazán, como los que concitaron a la violencia; le sobra razón el doctor Pablo Sandoval Cruz, incansable e incorruptible luchador social, cuando aseguró en Radio Universidad (XEUAG) con el periodista Sergio Ocampo Arista, que el diputado Carlos Reyes Torres, les tendió una celada a los jóvenes, a quienes invitó al “diálogo” con garrote en las manos del general Heriberto Salinas Altés; porque lo único que quieren los normalistas es trabajo como profesores. No veo que sea un delito. La causa que ha generado la violencia no es solicitar trabajo, sino la ingobernabilidad en la que ha caído el actual gobierno “Guerrero será mejor”.

El senador republicano por Winsconsin, Joseph R. MacCarty, en su apogeo entre 1950 y 1953, presidió el Comité de Actividades Antiamericanas, dedicada a delatar a todo aquel que fuera supuestamente simpatizante del comunismo, según cifras de algunos investigadores, se dice que fueron destituidos de sus empleos unos dos mil trabajadores y condenados al ostracismo social, asimismo, afectaron a personalidades del arte, el cine, la literatura y periodistas de los medios de comunicación, que pensaban diferentes al maccarthysmo.

El maccarthysmo tenía el control de los medios de comunicación, y en lugar de formar opinión, producía un efecto alienante, esto se puede ver en la película “Buenas noches y buena suerte”, en la que se observa al periodista Edgard R. Murrow, liberal y demócrata, de la CBS, una figura legendaria dentro del mundo de la información en Estados Unidos, quien se enfrentó al senador McCarthy, un paranoico reaccionario estadounidense que encabezó una caza de brujas de todo aquel intelectual, periodista, sospechoso de tener ideas comunistas, porque quienes pensaran con ideas socialistas “no podían ser buenos ciudadanos norteamericanos”; eran considerados como conspiradores, traidores, agentes de potencias extranjeras enemigas de Estados Unidos. Finalmente, el periodista poseedor de la verdad derrotó al manipulador senador MacCarthy, quien se vio obligado a renunciar al Senado de Estados Unidos, porque sus mentiras y abusos de autoridad quedaron al descubierto.

Por aquel tiempo, un periodista vertical de la Unión Americana, Phillip Lopate, escribió que su colega Murrow tenía mucha audiencia en televisión, en la radio y en la prensa escrita, porque la sociedad estadounidense conocía su pasado como corresponsal de guerra. Pero también le escuchaban por radio porque sabían que era un escritor que era hombre de palabra, asimismo, era un periodista con una profunda preparación académica, es decir, cuestionaba al maccarthysmo con hechos demostrables y comprobables; no escribía ocurrencias ni difamaba al adversario tan solo por tener en aquel tiempo una máquina de escribir o un micrófono, y un espacio impreso o electrónico. Ojalá que la mayoría de los periodistas guerrerenses siguieran el ejemplo de Morrow; no habría impunidad ni delincuentes de cuello blanco.

Edgar R. Murrow acabó con el maccarthysmo, desde luego no fue fácil, porque el senador republicano tenía un enorme poder económico y político, además tenía bufones en los sectores más radicales de la derecha estadounidense, todos querían congratularse con él, pero al final de este enorme debate, se impuso la verdad sobre la mentira y la represión. Espero que los periodistas que han sido falsamente enlodados como concitadores de la violencia por el maccarthismo zeferinista, el tiempo les de la razón y la justicia.