domingo, 18 de marzo de 2007

EL ESTRECHÓN DE MANOS ENTRE EL PRESIDENTE CÁRDENAS

Este día esplendoroso, bajo el radiante sol de Acapulco, nos hemos congregados bajo la sombra de la Escuela Normal “Jaime Torres Bodet”, un grupo de amigas y amigos guerrerenses, provenientes de diferentes puntos de la entidad, algunos de nosotros desde Tixtla, este reencuentro con nuestras raíces, nos une un objetivo común: reivindicar el nombre de un político que hizo demasiado no solo a favor de los guerrerenses, sino para todos los mexicanos de su tiempo y de nuestro tiempo, al firmar dos Decretos históricos a nombre del Senado de la República, el Decreto de Expropiación Petrolera y el Decreto de la Creación de Petróleos Mexicanos en 1938, me refiero a la figura legendaria, de aquella vida portentosa, que ya no debe seguir inadvertida, el Coronel de Caballería y ex Senador de la República, Román Campos Viveros.

A mi me parece que no hay vida humana que no tenga en sí misma, en su fragilidad y en su potencia, algo de infinito y de verdadero, lo que sucede, es que la mayor parte de las vidas nos pasan inadvertidas y lejanas, porque nuestro desdén por el conocimiento es también un desdén y una lejanía por el prójimo.

A partir de hoy 17 de marzo, de la toma de protesta del “Comité Organizador Pro Román Campos Viveros”, nuestro trabajo va a ser una intensa búsqueda y de reencuentro para conmemorar la vida y su obra de quienes en realidad lo merecen. Los griegos habían reunido en una explosiva palabra y hermosa categoría que es la eurística, un vocablo que significa identidad del conocimiento, que expresa al mismo tiempo, la búsqueda y el encuentro. Nuestra mística de trabajo , en esta primera jornada, es reubicar el busto de don Román Campos Viveros en la Rotonda de los Personajes Ilustres de Tixtla, asimismo, que alguna calle, colonia o plazuela, lleven honrosamente su nombre; cumplido este primer objetivo, es justamente ir más allá del bronce, más allá del metal fundido sobre el fuego, para intentar reconquistar, descubrir, reiniciar en esa extraña figura política, lejana y levantada; que por desdén y desconocimiento de las autoridades municipales, de quien fue esa recia figura, un militar que luchó en la revolución mexicana al lado de los generales Fortunato Maycott, Álvaro Obregón, Juan Andrew Almazán y Lázaro Cárdenas; posteriormente, fue un político de una enorme capacidad de diálogo, de consensos y algunas veces, la palabra fue sustituida por las armas, porque en la revolución y en la posrevolución, era el poder de las balas la que decidían las corrientes ideológicas y el poder político.

Don Román Campos Viveros, nació un 9 de agosto de 1903, coincidiendo en el día de su nacimiento con el General Vicente Guerrero Saldaña, los dos en la Ciudad de Tixtla. No es una mera casualidad que dos grandes guerrerenses, uno en el movimiento de Independencia y el otro en la Revolución, hayan nacido el mismo día y en la misma Ciudad de Tixtla.

Hoy, se encuentran con nosotros, dos de sus hijas, Violeta y Azalia Campos Astudillo, y su yerno, el profesor Raúl Astudillo García, la cabeza pensante de este Comité Organizador. Así también se encuentran como parte de este Comité: el doctor Alfredo Hernández Alcaraz, secretario; el ingeniero Gaudencio Díaz Jiménez, tesorero; y los vocales: profesores Serafín García Vargas, Laurencio Campos García, Gumaro Astudillo Alcaraz y Víctor Alcaraz Alarcón.

Se encuentran también, los coordinadores de las organizaciones de la sociedad civil: la A.N.T.A. de Acapulco, que dirige el profesor Napoleón Astudillo Alcaraz; el Frente Cívico de Tixtla “Ignacio M. Altamirano”, que coordina el profesor Pascual Poctzin Martínez, el Círculo de Estudios Pensador Mexicano, que preside el profesor Raúl Astudillo García; la Asociación Cultural “Ignacio M. Altamirano”, que coordina el doctor Alfredo Hernández Alcaraz; y la Organización Renovadora de Tixtla “Sen. Román Campos Viveros”, que lidera el de la voz; las cinco organizaciones nos une, repito, un objetivo común: reivindicar el nombre del Ex Senador Román Campos Viveros.

Nosotros vamos a intentar devolver a la piedra su calor inicial y reconstruir para ustedes aquello que pueda ser significativo en cuanto a la demolición de los tabúes, para poner en marcha el ejercicio de la verdad. No es fácil, ni será fácil, no es cómodo, pero es la aventura inquietante a lo que nos dedicamos aquí, porque nuestra misión no terminará con la reivindicación del nombre de don Román Campos Viveros, sino que vendrán otras reivindicaciones futuras como las figuras señeras de Tixtla de la talla de Margarito Damián Vargas, músico-compositor genial ; Laureano Astudillo, general maderista quien junto con el general Julián Blanco tomaron Chilpancingo el 14 de mayo de 1911; Melchor García Reynoso e Ildefondo López Parra, dos cronistas de enorme trascendencia para nuestra ciudad; y de grandes personalidades que no nacieron en la tierra del Maestro Altamirano, pero que dieron todo su talento por Tixtla: el matrimonio Peyrón, don Andrés y la señora Cristina Olaguíbel de Peyrón, pioneros de la radio en Guerrero. Asimismo, el muralista Jaime Antonio Gómez del Payán, entre otros distinguidos talentos.

Cuando fallece don Román Campos Viveros, en 1965, es ya una figura legendaria de la política, dos veces diputado local, diputado federal y Senador de la República, pero no fue cualquier legislador; como diputado local fue Coordinador del Congreso en dos ocasiones; como diputado federal, defendió el cardenismo contra el callismo y fue puntual en el triunfo del Presidente Cárdenas sobre el “Jefe Máximo de la revolución mexicana, el general Plutarco Elías Calles; y como Senador, presidió la Cámara Alta en los momentos más difíciles de nuestra historia, la expropiación petrolera y la fundación de PEMEX.

Hablando de Petróleos Mexicanos, mañana domingo 18 de marzo, se cumple el 69 Aniversario de la expropiación petrolera, esta se dio en medio de una crisis, las presiones económicas y políticas que recibía el gobierno mexicano a través de las empresas petroleras extranjeras de Estados Unidos, Inglaterra, Holanda, entre otras trasnacionales.

Por aquellos días difíciles para la nación mexicana, el Presidente Cárdenas nombró una Comisión para que se investigara la situación de las compañías petroleras extranjeras, Comisión que presidió un mexicano ejemplar, el profesor Jesús Silva Herzog. El 1 de marzo de 1938 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó a las compañías dar cumplimiento, a más tardar el día 7 de ese mes, a las condiciones establecidas por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. La fase legal había terminado. Quedaba la vía política.

El historiador Lorenzo Meyer, escribe que la fecha límite era el 7 de marzo, día que pasó sin que las trasnacionales petroleras acataran el fallo de la SCJN. Consideraron poco probable que el Presidente Cárdenas eligiera la expropiación como medio para resolver el impasse; pensaban que la medida más radical que podía tomar sería la de nombrar interventores dentro de las empresas y hacer efectivo el aumento en los salarios mientras las negociaciones seguían.

En realidad, la posibilidad de una expropiación no fue considerada seriamente por los petroleros extranjeros porque se pensaba ingenuamente que México no tenía los recursos para hacer frente a la complejidad del proceso de producción y comercialización del petróleo.

En contraste, el Presidente Cárdenas tuvo una visión más positiva de la capacidad técnica y comercial del país. El 18 de marzo de 1938 decidió que sí podía y debía expropiar a las empresas petroleras, ya entonces en abierta rebeldía. Según su propio testimonio del Presidente Cárdenas, consideró que las posibilidades de buen éxito eran muchas. En primer lugar, la base social de apoyo del gobierno era mayor que la de sus antecesores, léase Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y los presidentes del Maximato [ Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, y Abelardo L. Rodríguez]. En segundo lugar, la situación mundial impedía a Estados Unidos llevar muy lejos sus presiones en aras de la preservación de la solidaridad continental.

Finalmente, la expropiación, según el Presidente Cárdenas, daría a México “la oportunidad de liberarse de la presión política y económica que han ejercido en el país las empresas petroleras que explotaban, para su provecho, una de nuestras mayores riquezas como es el petróleo, y cuyas empresas han estorbado la realización del programa social señalado en la Constitución Política”.

La presión de Washington a partir de marzo de 1938 se encaminó a que México tuviera un arreglo con las empresas que de alguna manera supusiera el retorno de éstas. Su origen fue doble: las grandes corporaciones afectadas y el Departamento de Estado. Aquéllas, en particular la Standard Oil de New Yersey y la Royal Dutch Shell, intentaron impedir que México adquiriera cualquier material para la industria recién nacionalizada así como cerrarle los mercados mundiales. Como complemento, desataron una campaña de propaganda para que la protección que pedían del gobierno norteamericano tuviera el apoyo de la opinión pública. Finalmente, quizá, las empresas alentaron los planes subversivos de los grupos anticardenistas, como el general Saturnino Cedillo, cacique de San Luis Potosí, y el descontento de ciertos líderes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana [STRPM]. Eran los últimos estertores de los pulpos petroleros extranjeros que se resistían a morir.

El pueblo mexicano dio un apoyo irrestricto a la gran decisión del cardenismo, salió a las calles a manifestar su compromiso con la nacionalización, acudió a los puntos señalados por el gobierno para hacer donativos, destinados a pagar lo expropiado, las mujeres vendían y empeñan sus joyas para entregar el dinero a la causa de la expropiación petrolera y respaldaron sin reservas a los trabajadores petroleros, que pese a sus limitaciones del momento hicieron trabajar la industria petrolera recién nacionalizada. Al mismo tiempo, en decenas de países las calles eran escenarios de grandes manifestaciones de solidaridad con los mexicanos y de admiración por el Presidente Cárdenas.

Sólo el valor de unos mexicanos ejemplares dieron la gran lección a las 17 trasnacionales que controlaban el petróleo en nuestro territorio, me refiero al Presidente Lázaro Cárdenas del Río, don Jesús Silva Herzog, presidente de la Comisión que investigó la explotación que hacían las empresas trasnacionales sobre el petróleo y los trabajadores; Ignacio García Téllez, secretario de Gobernación; Francisco J. Múgica, secretario de Comunicaciones y Transportes y autor del Manifiesto histórico de la expropiación petrolera que el Presidente Cárdenas leyó el 18 de marzo de 1938; y el Coronel de Caballería Román Campos Viveros, quien firmó el Decreto Expropiatorio y el Decreto de creación de PEMEX a nombre del Senado de la República.

A mi me parece bueno que pensemos en un político como don Román Campos Viveros, porque la muerte de un hombre noble y valiente es también un arrebato de la historia, todo lo demás ha muerto, pero don Román Campos Viveros debe continuar viviendo en nuestras mentes, de esto, el Comité Organizador Pro “Román Campos Viveros”, se encargará de ello, como por ejemplo, que el día 18 de marzo en Tixtla, se celebre conjuntamente a la Expropiación Petrolera, incluyendo la participación del Senador Román Campos Viveros, quien también le dio un estrechón de manos al Presidente Cárdenas en esa gran odisea; porque dar la mano a otro, significa algo muy importante, no solamente es un dato de amistad, un dato cálido y humano, entregar la mano a alguien, significa que la mano que se entrega desnuda, es una mano que no oculta el puñal, ni el arma, pero cuando se da desnuda como el Senador Campos Viveros se la dio al Presidente Cárdenas, en un estrechón de manos, cambiaron el curso de la historia en México.

2 comentarios:

simon dijo...

Senor Ortiz! Una pregunta desde Europa donde estoy por el momento estudiando la historia del estado de Guerrero. En octubre de 1938 hubo en Copalillo una sublevacion en favor del candidato a la presidencia nacional Juan Andreu Almazan. El jefe del grupo rebelde era un individuo con el nombre de "Campos Viveros". Quien era este persona? Cuales fueron sus relaciones familiares con Don Roman? Saludos Simon

simon dijo...

CORRECCION: El ano correcto es 1940, y no 1938 que por una falta mia escribi hace seis minutos. Ademas dice los fuentes (Excelsior 20. y 26. de octubre de 1940) que Raul Andreu Almazan (un hermano de Juan Andreu Almazan?) con veinte individuos formaba la escolta de Campos Viveros. Otra vez saludos desde Dinamarca. Simon