lunes, 20 de agosto de 2007

TENEBRA Y BLOQUEO EN LA MEDALLA SENTIMIENTOS DE LA NACION

Leo, con enorme indignación, la nota “Para Poniatowska la presea Sentimientos de la Nación, decide el Congreso local” (véase La Jornada Guerrero, 16/08/2007), una vez más la humillación que recibe el Poder Legislativo de parte del titular del Poder Ejecutivo, y la falta de representación del pueblo por parte del Congreso del Estado, porque no escucha la vox populi, sino la del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, en el que se percibe que en Guerrero no hay equilibrio de poderes como teorizó Montesquieu, sino un Congreso sumiso y legitimador de los excesos de quien despacha en la mal llamada ciudad de los servicios.

La tenebra y el bloqueo para que el doctor Pablo Sandoval Cruz, comenzó desde el momento en que fue designada la Comisión para imponer –no elegir- quien debería recibir la presea Sentimientos de la Nación, desde el inicio se veía la mano inquisitorial del gobernador para que el luchador social no fuera merecedor de la Medalla por temor al discurso crítico que pronunciaría el hombre que luchó denodadamente por la caída del ex gobernador Caballero Aburto y la autonomía de la Universidad Autónoma de Guerrero en la década del 60.

Desde muy temprano este miércoles 15, corrían confidencias de pasillo y rumores por todos los rincones del Congreso del Estado, que el doctor Pablo Sandoval Cruz no sería galardonado con la Presea que lleva el nombre en honor del Generalísimo José María Morelos y Pavón, pero nadie sospechaba que los dóciles diputados locales se sacaran de la manga de última hora, el nombre de la escritora Elena Poniatowska como galardonada, quien el pasado 2 de agosto recibió en Venezuela el Premio Internacional Rómulo Gallegos por su novela El tren pasa primero.

La trama desde Casa Guerrero, finalmente se dio de manera súbita, buscaron a dos diputados Raymundo García Gutiérrez (quien no preside ninguna Comisión en el Congreso) y Wulfrano Salgado Romero, presidente del Comité Ordinario de la Biblioteca e Informática del Congreso del Estado, que han sido muy opacos en sus intervenciones en esta 58 Legislatura, la más gris de que se tenga memoria, pero que se prestaron a la maniobra que fueron tejiendo los diputados zeferinistas Fernando Donoso Pérez y Ernesto Fidel Payán Cortinas, como personeros del gobernador.

Un culebrón en toda la línea y con todas sus piezas. Por todos los poros del Congreso, ya se sabe: la escasa transparencia es terreno fértil para la suspicacia, la intriga palaciega y la conjetura fácil para comprar a los 12 diputados que integran la actual Permanente, quienes se prestaron a vender su dignidad con tal de recibir emolumentos que no son limpios.

Los 12 judas del Congreso no se preocuparon ni un ápice de verdad por lavar la imagen deteriorada del Poder Legislativo, con estas “decisiones” lisonjeras la ciudadanía guerrerense no se siente representada por sus diputados. Quienes cubrimos la información de las sesiones del Congreso del Estado sabemos que cuando nadie recibe un voto como fue el caso del doctor Pablo Sandoval Cruz, es que hubo compra-venta y línea del gobernador. Puedo suponer que así fue.

Pero es evidente que todo les salió mal a los diputados que integran la Comisión de la Medalla Sentimientos de la Nación, por múltiples factores: mezquindad, inexperiencia, ignorancia supina; que pretenden ignorar el escrutinio de los medios de comunicación y una ciudadanía abiertamente crítica frente a un poder oligárquico como el que encabeza Zeferino Torreblanca Galindo para deshonra de nuestra sociedad guerrerense.

¿ Quién vigila al vigilante ? esta es la interrogante que todos deberíamos plantearnos en presencia de un vulgar y rutinario trabajo de un traje a la medida, de un modus operandi de los asuntos que se deciden en el Congreso, pero no por los diputados –salvo honrosas excepciones-, sino por el representante de la oligarquía criolla.

El traje a la medida zeferinista, hecho por los 12 judas del Congreso del Estado, confirma la continuidad de la transa, la falta de dignidad, arropada por la inmunidad que da fuero el constitucional. Pero difícilmente podrán evadir los señalamientos de la sociedad guerrerense y por unos cuantos que hacemos periodismo crítico, asimismo, llegado el día de las urnas en el 2008.

Es de esperarse que la escritora Elena Poniatowska, nacida en Francia en 1933, rechace la Medalla Sentimientos de la Nación en su versión décima, como lo hizo de manera erguida en el Premio Xavier Villaurrutia 1970 por su crónica “La noche de Tlatelolco”. Me Quedo con las palabras que envió a mi correo la doctora Irma Eréndira Sandoval, nieta del doctor Pablo Sandoval Cruz, e investigadora de la UNAM “conociendo a mi abuelo se que la distinción más grande es que, más allá de las autoridades o el Congreso, sea la gente de Guerrero quien reconozca su labor en pro de la justicia y la democracia y por ello estoy segura de que debe estar muy conmovido con su nota…"

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