jueves, 30 de diciembre de 2010

50 AÑOS DEL MOVIMIENTO SOCIAL DE 1960

Hace 50 años, profesores, estudiantes y el pueblo de Guerrero levantaron la voz para sacudirse a un gobernador, autoritario y soberbio, que actuaba más como militar que como autoridad civil, fue el último gobernador de la disciplina castrense que tuvimos, el general Raúl Caballero Aburto, de triste memoria.

Aún recuerdo a pesar de medio siglo aquel Guerrero convulso, cuando en la “Alameda Francisco Granados Maldonado” de la ciudad de Chilpancingo, se bajó la bandera del viejo Colegio del Estado y se izó la bandera de la nueva Universidad de Guerrero; sin autonomía; el autor de estas líneas estudiaba la preparatoria, era coordinador de mi grupo en las materias de latín y griego, que nos ilustraba con su sabiduría el maestro Aarón M. Flores (epd); vienen a mi memoria aún lúcida a pesar del tiempo, algunos de mis compañeros estudiantes:Pablo Sandoval Ramírez, Jaime Parra, Jorge Vielma Heras “El machete” (descansen en paz los tres); y los que aun viven: Sergio Antonio Adame Leyva, Armando Rivera Reguera, Rubén Fuentes Alarcón, Imperio Rebolledo Allerdi, entre otros compañeros y compañeras. Llegué a estudiar al Colegio del Estado por recomendaciones de mis primos mayores: Oscar Reséndiz Castro y Francisco Lobato Radilla (epd).

La chispa que encendió la pradera de la inconformidad estudiantil, fue en la única casa del estudiante que existía en aquel entonces, a tres cuadras del viejo Colegio, en la calle de Abasolo, allí vivimos algunos estudiantes: Jesús Araujo Hernández, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense y cabeza del Movimiento del 60; Juan Alarcón Hernández, estudiante de Derecho y principal estratega del Movimiento; Eulalio Alfaro, ex seminarista y estudiante de Derecho; José Guadalupe Solís ( Che Lupe), de la Costa Grande; Bernardino Vielma Heras “El pelícano”. Sin olvidar las piezas de oratoria que pronunciaba en Acapulco, Efraín Zúñiga Galeana, estudiante de Coyuca de Benítez.

Los estudiantes no estaban solos en aquella epopeya que los llevó a sacudirse el yugo de un brutal gobernador –solo equiparable al de ahora, Zeferino Torreblanca Galindo-, los estudiantes fueron apoyados por el doctor Pablo Sandoval Cruz, el incansable luchador social, autor de la mejor crónica que se haya escrito hasta ahora: “El Movimiento Social de 1960”, la diputada socialista Macrina Rabadán, olvidada injustamente por quienes carecen de memoria histórica; como escribe el doctor Pablo Sandoval: Macrina fue la única que salvó a los legisladores guerrerenses; esta mujer, de un corazón cargado de gran sensibilidad, declara para la posteridad: “Desde esta tribuna de la representación federal hago llegar a sus miembros toda la angustia, la zozobra y la indignación del pueblo de Guerrero debido a las arbitrariedades del gobernador Raúl Caballero Aburto (..)”. Jorge Joseph, alcalde de Acapulco, enemigo irreconciliable del gobernador sátrapa; Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, que después se convirtieron en guerrilleros por la cerrazón de los gobiernos priistas; entre otros de la insurgencia guerrerense.

Hace 50 años, Guerrero vivió uno de los momentos peores de su historia, era un pueblo en vilo, todo empezó por la imposición del profesor Alfonso Ramírez Altamirano como primer rector de la naciente Universidad, él no reunía el perfil, pues era profesor normalista, como la mayoría de los rectores que después le siguieron que tampoco reunían el perfil, que se han convertido en nuevos ricos, ya que han saqueado a la Universidad, ahora son burgueses, al igual que los paleros y matraqueros que se han robado la rectoría a través de fraudes electorales para seguir enriqueciéndose despiadadamente, sin importarles, la academia, la investigación y la difusión de la cultura científica y popular.

El Movimiento Social de 1960, que conmemoramos hoy, fue la voz de un pueblo cansado de abusos, de perversidades, de corrupción, asesinatos, impunidad, entre otros delitos, por un gobernador mafioso que saqueó las riquezas de nuestro pueblo, como hoy se repite a 50 años, aunque con otros actores, como decía Carlos Marx en el Prólogo del libro El 18 Brumario de Luis Bonaparte: “La historia se repite primero como tragedia y después como comedia”.

La celebración de Medio Siglo del Movimiento Social, debe ser una oportunidad para liberar a la Universidad Autónoma de Guerrero de unas cuantas manos que se han enquistado en el poder, y que la han hundido en la miseria académica, en la desolación de la investigación, en la pobreza intelectual, en la ruina de la cultura científica; estas mafias de politiqueros, solo han visto a la Universidad como un botín que viven de ella, pero no viven para ella, parafraseando a Max Weber, sociólogo alemán, autor del libro portentoso, Economía y Sociedad.

Escribo estas líneas no para colgarme medallas y echarme incienso y mirra, que no me corresponden; sólo puedo decir y escribir que me duele ver a la UAG en manos de oportunistas y aventureros, y me duele, repito, porque estas mafias ya no recuerdan o no vieron tanta sangre derramada, para recordar uno de los poemas de Federico García Lorca, de los 19 asesinados, la cuota de sangre del pueblo, como sucedió el 30 de diciembre de 1960; descansen en paz.

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