El próximo 13 de septiembre, coincidiendo con el 194 aniversario de los Sentimientos de la Nación, del generalísimo Morelos; los trabajos para la reforma del Estado o reforma Electoral, van a cumplir su primer año desde que se inició su organización; hasta ahora nadie sabe con exactitud qué vamos a tener los guerrerenses, es más, ni los propios sabios que integran la pomposa mesa de alto consenso.
Es común que en el lenguaje de los sociólogos, politólogos y juristas se utilice una terminología que a ojos de los no expertos en la materia, difícilmente distinguen a simple vista, me refiero a la triada: reforma del Estado, reforma política y reforma electoral. No es una cuestión semántica ni un capricho de los que saben. Reforma del Estado lo transforma todo. Reforma política cambia una parte del Estado. Y reforma electoral sólo cambia las leyes que regulan los procesos electorales; esta última, es la que quiere el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo.
Como la reforma política al parecer queda descartada en Guerrero, me voy a los extremos, pensar en una reforma del Estado, al gobernador es a quien menos le interesa, porque no se propone transformar los cimentos del Estado ni procrear un nuevo régimen, porque él gobierna con priístas del renejuarismo y del figueroísmo, y por supuesto con empresarios guerrerenses y de otras entidades que piensan y actúan en el status quo, no en una transformación; un gatopardismo, “cambiar” para seguir igual.
Recordemos que paralelamente a la supuesta reforma del estado en Guerrero, a nivel nacional se está llevando a cabo una reforma del Estado que surgió del Congreso de la Unión, no del presidente como sucedió con Vicente Fox el sexenio pasado.
Si comparamos los temas de ambas reformas, la de Guerrero es mucha más amplia, 13 temas; en tanto que a nivel nacional sólo 5. El 26 de septiembre de 2006, el Frente Cívico de Chilpancingo, invitó a Jesús Vargas Vargas, asesor político del gobernador, para que explicara en qué consiste el proyecto de reforma democrática del estado de Guerrero, así la llamó él, a la que acudimos el ingeniero Gaudencio Díaz Jiménez y el autor de estas líneas por parte de los tixtlecos interesados en el tema. Estos son: 1. Reforma de los poderes públicos y órganos autónomos; 2. Procuración y administración de justicia; 3. Seguridad pública y protección ciudadana; 4. Democracia, partidos políticos y sistema electoral; 5. Función pública y buen gobierno; 6. Fortalecimiento municipal y regionalización; 7. Equidad de género; 8. Cultura y derechos indígenas; 9. Derechos humanos; 10. Desarrollo social sustentable; 11. Desarrollo económico sustentable; 12. Educación, investigación y cultura; y 13. Medios de comunicación.
El proyecto de reforma del Estado a nivel federal incluye sólo cinco rubros: 1. Régimen de Estado y de gobierno; 2, Democracia y sistema electoral; 3. Federalismo; 4. Poder judicial; y 5. Garantías sociales.
Las diferencias son muchas, pero el espacio es poco para explicarlas. La reforma del Estado en Guerrero, los 13 temas son repetitivos; además, carece de un blindaje, los foros son desangelados y quienes coordinan las mesas temáticas no son expertos en los temas, más bien son amigos del gobernador y del secretario general de Gobierno, son grillos y todólogos, pues.
Por su parte, el proyecto de reforma del Estado del presente sexenio calderonista, tiene un blindaje a través de la ley para la reforma del Estado, conocida como Ley Beltrones, porque fue propuesta por el senador priísta Manlio Fabio Beltrones, un ordenamiento de apenas 11 artículos y 6 transitorios; hace las veces de una guía, una agenda con términos puntuales, etapas detalladas y plazos perentorios para llevar a cabo una serie de enmiendas en los cinco rubros ya señalados.
El proceso de los trabajos es conducido por una Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión (CENCA), integrada por los Presidentes de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados, los coordinadores de cada grupo parlamentario en ambas cámaras; además de la participación de representantes de los otros dos poderes: Ejecutivo y Judicial con derecho a voz, pero sin derecho a voto. Asimismo, los representantes de los partidos políticos.
De acuerdo con el artículo de la Ley Beltrones, la presidencia de la Comisión la detentan los presidentes de ambas Cámaras del Congreso de la Unión. Fue nombrado un secretario técnico y dos subcomisiones: Consulta Pública y Redactora; conformada la primera por 12 diputados y senadores; y hasta ocho especialistas en materia de derecho constitucional, sociólogos y ciencias políticas, de nacionalidad mexicana, reconocidos tanto por la calidad de su obra como por su trayectoria profesional. Además de la CENCA dispone de cuatro consejeros, especialistas en parlamentarismo, elecciones y constitucionalismo: María Amparo Casar, Porfirio Muñoz Ledo, Diego Valadés y Jorge Alcocer.
Las novedades que merecen por lo menos una mención del proyecto de Reforma del Estado a nivel federal son: 1. El Congreso de la Unión toma la iniciativa en una Reforma de Estado, algo que no sucedía desde 1821. 2. Los Poderes Judicial y el Ejecutivo solo son invitados. 3. Una ley que obliga a la reforma Ley Beltrones. Y 4. Garantías sociales, un repertorio heterogéneo de iniciativas que van desde la ampliación de la obligatoriedad de la educación a nivel medio superior y educación de calidad, además de la inclusión del principio de igualdad de género en las políticas públicas.
En suma, en nuestra entidad no se avizora que vayamos a tener en la fecha indicada una reforma del Estado, tal vez, tendremos una reforma electoral de baja intensidad, sin grandes vuelos. Tampoco parece que esta reforma pueda colocarse a la altura para que resuelva los problemas de los procesos electorales locales rezagados desde que el PNR hoy PRI tomó el poder en Guerrero a partir de 1929, y ahora con los gerentes amarillos, tricolores y azules, menos.
viernes, 27 de julio de 2007
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