domingo, 4 de marzo de 2012

MOVIMIENTOS CONTRACULTURALES

EN MÉXICO DERROTADOS

ERNESTO ORTIZ DIEGO

Las ciencias sociales son universales, lo que quiere decir que la democracia vale lo mismo en Estados Unidos, Rusia, China, México y en los demás países. Para Aristóteles la ciencia política busca el bien común, allí está su libro, La Política, porque el bien común es el gobierno de la polis. La Ciudad Estado de los antiguo griegos.

Lo ontológico es ciencia política o ciencia de la polis, o política, que últimamente se llama politólogo, no político, politólogo es el que estudia la ciencia política como en el caso de Giovanni Sartori; Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri, son políticos; no politólogos.

La filosofía política busca el bien del bien común. El tercer nivel del conocimiento es filosófico, es estética, o filosofía del arte o de lo bello, su abuelo es Pitágoras y su padre es Kant junto con varios filósofos alemanes, como Sheller. Los tres niveles de la construcción del conocimiento científico: descriptivo, conceptual y teórico. La filosofía política pertenece al tercer nivel del conocimiento científico.

La filosofía política, es la ciencia de la ciencia política, se construye con metaconceptos, no solamente con conceptos como la filosofía. Wittgenstein, el más grande lógico del siglo pasado, mencionó “una gota de lógica vale más que un océano de filosofía” alumno y amigo de Bertrand Russell (Inglaterra, 1872-1979, Premio Nobel de Literatura 1959), fue quien instituyó el Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra o Tribunal Roussell-Sartre, para castigar los crímenes de guerra de Estados Unidos en 1966 cometidos contra Vienam del Norte; el tribunal fue integrado por 28 países, entre ellos México con el general Lázaro Cárdenas. Fue presido por Bertrand Roussell (presidente honorario del Tribunal); Jean-Paul Sartre (presidente ejecutivo del Tribunal), entre otras personalidades como Simone de Beauvoir y Julio Cortázar.

Mientras que la ciencia busca causas y efectos; la filosofía busca las primeras preguntas y las últimas respuestas, por ejemplo ¿por qué tenemos que obedecer al derecho? El derecho no nos responde, no tiene respuestas, por eso tenemos que ir a la filosofía, porque las respuestas de la ciencia del derecho y la ciencia jurídica son muy pobres, la más estúpida es: quien no obedece al derecho se le castiga; entonces quiere decir que uno respeta al derecho no por disciplina, sino por miedo o temor.

Dos terribles enfermedades tiene la sociedad capitalista, el individualismo y el consumismo, por ejemplo, de China se dice que es el primer país que pasa del comunismo al consumismo, sin haber pasado por las etapas de la democracia ni de la defensa de los derechos humanos, la hipótesis del doctor Juan de Dios González Hinojosa, profesor del CIDHEM, es que en México en 1968 con las tanquetas y fusiles se aplastó un mejor futuro porque fue un movimiento contracultural y se instituyó la corrupción y la impunidad.

México ahora es uno de los país más corruptos de América Latina, por ejemplo, Paraguay y Brasil son paraísos comparados con nuestro país. Para unos, esto empezó desde 1928 cuando José Vasconcelos, intelectual oaxaqueño, intentó ser presidente de México, pero Plutarco Elías Calles, le dice o te mueres o te vas del país y se fue a España para seguir con vida. Para el doctor Juan de Dios González Ibarra la crisis comenzó en 1968, al ser derrotado el movimiento contracultural y el triunfo de la cultura presidencial que aun sigue viva. Para otros fue 1988 con el fraude electoral con la caída del sistema para imponer un fraude electoral quemando los votos para así “derrotar” a Cuauhtémoc Cárdenas; y para otros cuando en el 2006, el poder panista cometió fraude electoral contra Andrés Manuel López Obrador. Cuatro momentos que fueron contraculturales que fueron derrotados por la cultura del presidencialismo de la corrupción y de la impunidad; fueron aplastados estos movimientos contraculturales.

Como sucedió con las protestas de estudiantes chinos en la plaza de Tiananmen en 1989, en la República Popular de Liberación, y que el Ejército Popular de Liberación aplastó con sus tanquetas un movimiento contracultural como sucedió en México el 2 de octubre de 1968, donde también se aplastó un movimiento contracultural como lo refiere el antropólogo colombiano Carlos Granés Maya en su libro más reciente El puño invisible, recomendado ampliamente por el profesor Juan de Dios González Ibarra, en su seminario “El fracaso de las revoluciones del siglo XX: México, Rusia y China”.

Sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)

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