De mal en peor…Este año 2010 electoral, del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana, cuyo climax fue la jornada electoral del domingo 4 de julio, no sólo es inédito por registrar el mayor reparto del poder público a nivel local en la historia del país -2 051 cargos de elección en disputa en 15 entidades del país-, sino también por verificar- con testimonio por verificar -con testimonios de viva voz y con hechos duros y ásperos- preocupantes niveles de descomposición en la competencia política y en las instituciones electorales locales y, al tiempo, el súper-domingo se mira inmerso en una grave crisis de certeza, legalidad y autenticidad.
El 4 de julio se volvió el único horizonte posible para partidos y candidatos, gobernadores y el mismo presidente de la República, diversos medios de comunicación, autoridades electorales y poderes fácticos. Todos decidieron irse con todo, sin reparos ni tiquismiquis éticos, morales o legales.
Protagonistas principales, actores secundarios y poderes fácticos resolvieron que lo que está en juego bien vale una escalada en las apuestas y en las trasgresiones, que bien justifica un cochinero memorable y una putrefacción extraordinaria.
Como se recuerda, la reforma electoral constitucional de 2007 y diversos fallos de la Suprema Corte dieron como resultado una alineación extraordinaria, el súper-domingo, en la renovación de espacios de poder público:
12 gubernaturas: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas;
481 diputaciones locales en 14 entidades: las anteriores más Baja California y Chiapas; y
1,427 presidencias municipales en 13 entidades -con la excepción de Hidalgo e incluyendo las 418 bajo el régimen de usos y costumbres de Oaxaca.
Esos espacios en liza son trascendentes, sobre todo las gubernaturas, verdaderos feudos de poder, plataformas políticas de enorme potencial y vastísimos recursos, graneros electorales estratégicos rumbo a la sucesión presidencial del 2012.
Pero políticamente se disputó algo más que recursos y control de espacios de poder a saber:
La viabilidad del esquema de alianzas PAN-PRD-Convergencia. Como se sabe, en cinco estados se sellaron coaliciones entre esas dos fuerzas: Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Sinaloa (al margen, cabe apuntar que todos los candidatos de esas formaciones, excepto Xóchitl Gálvez, son ex priistas). Y lo que resultó este domingo con las primeras tendencias seguramente repercutirá en los cálculos y cuentas hacia el 2011, cuando habrá elecciones para gobernador en Baja California Sur, Coahuila, Guerrero, Nayarit, Michoacán y el Estado de México. Esta última entidad, sin duda , es la de mayor atención no sólo por ser la joya de la corona del feudalismo mexicano sino por ser el epicentro de la sucesión adelantada.
La conveniencia de las estrategias electorales adoptadas; por no decir, la efectividad y eficacia de la guerra de lodo, y
Las cuentas partidistas y, al tiempo, la cara de sus dirigentes nacionales. La derrota estrepitosa de las alianzas, por ejemplo, dejaría al calderonismo en una posición todavía más endeble rumbo a la renovación de la dirigencia nacional blanquiazul, en diciembre próximo.
En suma, mucho depende de los resultados oficiales: aspiraciones y trayectorias políticas de gobernantes, padrinos y burócratas partidistas; control de enclaves estratégicos de poder político y partidista; arreglos y formas de relación política e incluso márgenes de gobernabilidad.
Resultados preliminares
El mismo super-domingo, a los 15 minutos después de las 6 de la tarde, del cierre de las casillas, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), comenzó a dar algunas tendencias:
Tlaxcala, Mariano González Zarur, recuperó la gubernatura en su segundo intento como candidato para el PRI, que estaba en poder del PAN, la candidata derrota fue Adriana Dávila Fernández. De esta entidad es oriunda Beatriz Paredes Rangel, presidenta del CEN del PRI.
Zacatecas, también fue recuperado por el PRI, el candidato ganador fue Miguel Alonso Reyes, quien aprovechó el divisionismo interno de las izquierdas y el pésimo gobierno de Amalia García Medina, del PRD muy cuestionada por su nepotismo y corrupción de su sexenio; un mensaje claro para el PRD de Guerrero, por el mal gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo.
Tamaulipas, no hubo sorpresas, el triunfador fue Egidio Torre Cantú, del PRI, quien sustituyó a su hermano Rodolfo Torre Cantú, convertido en El Cid Campeador tamaulipeco al ganar la batalla electoral después de muerto.
Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz, del PRI, se alzó con el triunfo sobre Xóchitl Gálvez Ruiz, del PAN, seguramente que le afectó a esta última el “apoyo” de Vicente Fox, además, el tricolor no ha podido ser vencido por las oposiciones.
Chihuahua, César Duarte Jáquez, retuvo para el PRI la gubernatura, el candidato derrotado fue Carlos Borruel Baquera, del PAN. El blanquiazul solo ha gobernado Chihuahua una vez con Francisco Barrio Terrazas. Luis Adolfo Orozco Orozco, del PRD, solo fue un candidato presencial al obtener el 4 % de la votación.
Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, del PRI, triunfó sobre Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN y Dante Delgado, de Convergencia. Una dolorosa derrota para el partido naranja.
Durango, el PRI retuvo la gubernatura con el candidato Jorge Herrera Caldera; el candidato derrotado fue José Rosas Aispuro Torres, la alianza de las izquierdas PRD, Convergencia y PT fracasó.
Aguas Calientes, el PRI con Carlos Lozano de la Torre le arrebató al PAN la gubernatura, después de 12 años de gobierno panista.
Quintana Roo, el virtual triunfador es Roberto Borge Angulo, del PRI; el problema en que se vio envuelto Gregorio “Greg” Sánchez, candidato de la alianza PRD, Convergencia y PT, dejó a las izquierdas sin oportunidad de un triunfo electoral.
Sinaloa, no se dan a conocer las tendencias, la ley electoral de esa entidad no permite, hasta que se den a conocer los resultados oficiales. Sin embargo, Mario López Valdez de la alianza PRD, Convergencia y PT, en conferencia de prensa dijo tener 4 puntos de ventaja sobre el candidato del PRI, Jesús Vizcarra Calderón.
Puebla, la alianza PAN, Convergencia, PRD y Nueva Alianza, ganó la gubernatura con Rafael Moreno Valle. Una derrota del “góber precioso”, Mario Marín.
Oaxaca, otro triunfo de las alianzas de Convergencia, PRD y PAN, Gabino Cué Monteagudo triunfó sobre el candidato Eviel Pérez Magaña, del PRI, una derrota aplastante del cacicazgo de Ulises Ruiz. Gabino Cué es un genuino militante del Partido Convergencia que lidera Luis Walton Aburto, puede decirse que el partido naranja conquista su primera gubernatura, Oaxaca.
Un día después
Independientemente de los resultados oficiales, el súper domingo electoral ya está manchado, no sólo por la violencia criminal, sino por la impunidad y el cinismo de los gobiernos estatales, la captura y/o la convivencia de no pocos consejeros electorales locales con las fuerzas políticas, la utilización de infinidad de medios ilegales como herramientas centrales de campaña.
Lo mismo pero más cínico y delicado. Quizá se podría decir que no hay nada nuevo bajo el sol de los comicios en los feudos estatales ni en lo procaz y primitivo de las contiendas y estrategias de campaña ni en lo descarado del poder fáctico…Sin embargo, estamos ante una nueva escalada de esos vicios, defectos y desvíos. Como dice el sociólogo Sergio Aguayo “En el 2000 creíamos que llegábamos al Olimpo de las elecciones confiables, en el 2006 nos desengañamos y en el 2010 observamos azorados cómo los comicios son controlados por unos cuantos.
Últimas líneas
Con los posibles triunfos de Gabino Cué en Oaxaca; Rafael Moreno Valle en Puebla y Mario López Valdez en Sinaloa, las alianzas seguirán adelante porque es posible derrotar al viejo PRI y los viejos cacicazgos feudalizados.
Sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)
eodiego@yahoo.com.mx
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