OLIGARQUÍA CORRUPTA Y REPRESORA
Ernesto Ortiz Diego
Pocas veces, si alguna, un gobernador como Ángel Aguirre sigue enfrentando condiciones más adversas y tan estrecho margen de maniobra. Nunca, ni siquiera en los estertores del antiguo régimen, la familia gobernante (Aguirre y Salgado) sigue luciendo más frágil, endeble y quebradizo. El asesinato de dos estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, vino a incomodar la felicidad de una oligarquía corrupta, ignorante, represora y asesina.
La dificultad del gobernador Aguirre y la oligarquía que le rodea para tratar de resolver la crisis que le ha dejado la represión y el asesinato de los dos estudiantes de Ayotzinapa, ha pretendido inculpar al ejército y a la policía federal, pero eso lo determinará la CNDH y la Comisión Especial del Congreso de la Unión que preside el diputado priista de Morelos, Francisco Moreno Merino, del legislador federal se esperara que sea neutral en sus investigaciones sobre el Caso Ayotzinapa, pero también es probable que le cobre la factura al gobernador Aguirre por la traición que le cometió al PRI al aceptar la candidatura por el PRD, PMC y PT, entonces el desenlace sería juicio político para Aguirre y desaparición de poderes en Guerrero.
En efecto, la dimensión de la perplejidad y el desconcierto en las filas del aguirrismo resulta escalofriante, dramática y perturbadora. Sólo que, justamente, esa misma debilidad estructural –política, organizativa, ideológica y cultural- para estar alimentando los peores humores en el gobernador y su entorno.
Sin opciones viables ni alternativas razonables, el equipo de gobierno comienza a dar señales de desesperación, porque pueden continuar las renuncias obligadas del Aparato Represivo del Estad (ARE), con la salida de Humberto Salgado Gómez, secretario General de Gobierno; de Silvia Romero Suárez, secretaria de Educación, y Víctor Aguirre Alcaide, subsecretario de Desarrollo Político, entre otros.
El discurso de Ángel Aguirre se torna retador, hosco, beligerante; confunde ámbitos de poder y espacios partidistas; confronta a los adversarios desde su investidura, sobre todo al Presidente Felipe Calderón, al decir que fue el ejército y la policía federal los que dispararon contra los estudiantes de Ayotzinapa.
Este cruce de cables, se da por descontado, no es producto de la casualidad ni fruto del error o la mala interpretación de los antagonistas, Aguirre quiere salvarse para seguir disfrutando de los grandes beneficios que deja el poder político que se traduce en grandes beneficios económicos y financieros, aunque el pueblo de Guerrero sufra pobreza, exclusión social, represión y asesinatos sin castigo.
Tópico obligado, ineludible, inocultable, el Caso Ayotzinapa no tiene que quedar sepultado con un simple carpetazo, porque no se puede justificar el asesinato de los estudiantes normalistas argumentando falsamente que fue un despliegue policíaco-militar los que le dieron muerte a los dos estudiantes. Este propósito mediático es para tratar de exonerar al gobierno de Aguirre, porque también la policía Ministerial del Estado disparó a quemarropa y fue dentro de los límites del territorio de la entidad guerrerense; Aguirre como primera autoridad en Guerrero es el responsable inmediato de la matanza en la ciudad de Chilpancingo.
La intervención de la policía y el ejército en los dos asesinatos es palmaria y evidente, por eso es un dato preocupante, porque no es nuevo, Aguirre ya intervino protegiendo a Rubén Figueroa Alcocer en la matanza de 17 campesinos de Aguas Blancas, Coyuca de Benítez, en 1995; la masacre de 11 campesinos en El Charco en la Costa Chica en el primer periodo de Aguirre el 7 de junio de 1998; la represión violenta y desalojo de maestros de la CETEG en Acapulco el 12 de octubre. Y la más reciente represión el 12 de diciembre con el saldo de 2 estudiantes asesinados de la Escuela de Ayotzinapa, y todavía Humberto Salgado Gómez, dice que el gobierno de Aguirre no es represor; demasiado cinismo para pronunciar estas palabras que están asistidas por la mentira y la manipulación.
sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)
eodiego@yahoo.com.mx
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