NUBARRONES SE AGLUTINAN
CONTRA EL GOBIERNO DE AGUIRRE
Ernesto Ortiz Diego
Todo en clave aguirrista, no hay más remedio. Anacrónica y cutre. Retorcida e inútil como registro histórico y lección para una próxima, inminente, ineludible castigo de la ciudadanía. No hay más remedio. Porque nuestra memoria democrática es demasiado corta y la experiencia de dos gubernaturas perredistas resulta más que suficiente para reconocer que Ángel Aguirre Rivero, no sabe gobernar.
El primer año de Aguirre, segundo gobierno perredista en Guerrero, representa una suerte de anomalía absoluta. Por falta de vocación, indolencia, impotencia y sensibilidad política. Los priistas están por cumplir 7 años en la banca, sin embargo algunos de ellos se acomodaron en el actual gobierno, todo se vale en el oportunismo, no importa abandonar al PRI mientras gobiernan con Aguirre, lo importante para estos trepadores no es la ideología, sino la nómina del gobierno para continuar teniendo canonjías y aumentar sus riquezas a expensas del pueblo que paga con sus impuestos.
Con Aguirre, protagonista y beneficiario de la segunda alternancia en 6 años, la extravagancia adquiere nuevos tonos. La democracia ya no es asunto de voluntad y voluntarismo. El equilibrio de fuerzas y la consolidación de instituciones autónomas determinan las reglas del juego.
El cuatrienio aguirrista es y será una borrachera de pluralidad, diversidad, contención y choque de poderes, competencia efectiva y desorden fenomenal en el tinglado del ejecutivo local. El gobernar Aguirre tropieza con su propia lengua y ataca a profesores de la CETEG y a estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, los quiere vivos o muertos, no importa mancharse de sangre con tal de hacerse respetar.
Conocerdor de la entraña del priismo, político de raza y abolengo, Aguirre se crece al castigo y al desdén de los opinadores y renuncia al PRI para aceptar la candidatura a gobernador de Guerrero por el PRD, PMC y PT. Manuel Añorve Baños, del PRI, impuesto por Rubén Figueroa, René Juárez Cisneros e Israel Nogueda Otero, es derrotado en forma aplastante por “el hijo desobediente” guerrerense al rentar las siglas de las izquierdas.
Los priistas de cepa tricolor en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados, senador Manlio Fabio Beltrones y el diputado federal Francisco Rojas, respectivamente, le pueden cobrar la traición a Aguirre a través del juicio político o la desaparición de poderes, el PRI con el PVEM son mayoría en el Congreso de la Unión, lo tienen en un puño, es cuestión de desaforarlo primero y luego enjuiciarlo.
Sin embargo, Aguirre pudo haber y puede concluir su gobierno sin pena ni gloria, administrando la inercia, pese a la crisis desatada por los asesinatos de dos estudiantes de Ayotzinapa el 12 de diciembre en Chilpancingo.
Pero los nubarrones se aglutinan por el flanco izquierdo del reclamo social. Aguirre amenaza la tranquilidad de la entidad guerrerense, sobre todo de los movimientos sociales y las bases de la democracia liberal, peligro para Guerrero.
Por instinto de conservación, el gobernador asume como propio su destino, mantenerse en el poder y lanza una convocatoria para una nueva Constitución local que ya la tiene en su escritorio enviada por Porfirio Muñoz Ledo, la misma que le ha vendido a nuevos gobernadores; Aguirre hace malabarismos para contener el avance de los movimientos sociales en contra de su gobierno oligarca y familiar.
La Comisión para el Caso Ayotzinapa que preside el diputado priista de Morelos, Francisco Moreno Merino, es probable que repruebe el desatino, la insensatez, la irresponsabilidad y los asesinatos de dos estudiantes, y pudiera dictaminar antes del 15 de enero que Aguirre se extralimitó dando órdenes de “limpiar” la autopista del Sol a como diera lugar.
sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)
eodiego@yahoo.com.mx
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