DE LA REVOLUCIÓN CEMPAZÚCHITL
A LA REVOLUCIÓN DEL TORONJIL
Ernesto Ortiz Diego
La revolución de los claves en Portugal del 25 de abril de 1974 y la revolución del jazmín del 17 de diciembre de 2010, estas revoluciones bautizadas con los nombres de las flores han surgido en sociedades de Europa Central, el Medio Oriente y el Norte de África. Los participantes de esas rebeliones las han encabezados en su mayoría jóvenes que han protestado contra los gobiernos corruptos y autoritarios, para promover la democracia y la independencia nacional.
La asombrosa marea de los pueblos, sin líderes ni banderas ni ideologías partidistas, han provocado una gran conmoción a nivel mundial, que han estado derribando dictaduras protegidas por el gran capital de los Estados Unidos, recordemos dos dictaduras más longevas de la historia de Portugal que abarcó el periodo 1926-1974 de Antonio de Oliveira Salazar y continuada por Marcelo Caetano desde 1968 a 1974 hasta su derrocamiento por la Revolución de los claveles de 1974.
Aquella lectura de Portugal de 1974, ahora con las rebeliones de Medio Oriente y el Norte de África de 2011, lo que ha estado ocurriendo es un colapso político en el Magreb ( Túnez, Marruecos y Argelia), y las ondas sísmicas que han llegado a Egipto en el Sinaí, se han traducido en erupciones en Yemen, Costa de Marfil y en otras dictaduras como la que encabeza el tirano de Libia, Muamar el Gadafi.
La revolución de los claveles del 25 de abril de 1974, hizo volar por los aires a la vieja dictadura de Marcelo Caetano (con 48 años). El movimiento famoso, la “Revolución de los Claveles”, se inició el 25 de abril de aquel histórico año, con una canción en Radio Renascenca: “Grándola, Villa Morena”, compuesta por José Afonso “Zeca”Cerqueira dos Santos, leamos tres de las seis estrofas que componen esta heroica canción en español a reserva de publicar las otras tres en una entrega futura:
Grándola, Villa Morena
tierra de la fraternidad,
el pueblo es quien más ordena dentro de ti, oh ciudad.
dentro de ti, oh ciudad.
Dentro de ti, oh ciudad
el pueblo es quien más ordena,
tierra de la fraternidad,
Grándola, Villa Morena.
En cada esquina un amigo,
en cada rostro igualdad.
Grádola, Villa Morena
tierra de la fraternidad.
Estas estrofas de la libertad de Portugal han adoptado un color o una flor como símbolo: claveles en Portugal, terciopelo en Checoslovaquia, rosas en Georgia, tulipanes en Kirgistán, naranja en Ucrania. Actualmente es Túnez, país árabe del Magreb, que vive la revolución del jazmín y que provocó la caída del dictador Zine El Abidine Ben Ali, que tenía 23 años en el poder.
Esperamos que esas rebeliones, la mayoría de ellas pacíficas, lleguen a Tixtla con la “rebelión del cempazúchitl”, y en Chilpancingo con la “rebelión del toronjil”, para terminar con tanta corrupción e impunidad, de gobiernos ineficientes y cuyas autoridades municipales se han enriquecido con los impuestos que paga la clase trabajadora, sin que haya obra pública y servicios sociales a las comunidades que valga la pena retener en nuestras memorias de hombres libres, pero desempleados y cada vez más empobrecidos.
La revolución del jazmín. Todo empezó el 17 de diciembre de 2010 con el intento de suicidio de Mohamed Bouazizi, un joven de 26 años, a quien la policía confiscó su instrumento de trabajo porque carecía de una autorización oficial, una modesta carretilla con la que vendía frutas y legumbres. Mohamed era un arquitecto diplomado, desempleado como muchos jóvenes tunecinos. Sus reclamos fueron desoídos por la autoridad soberbia (como las que abundan en Guerrero). Desesperado por esa pérdida se roció sus ropas con gasolina y se prendió fuego. Su muerte se produjo días después, el 4 de enero de 2010, como resultado inevitable de sus graves quemaduras. El dictador Ben Ali, renunció a la presidencia el 14 de enero de 2011 y se refugió en Arabia Saudita.
Esperemos sin embargo que la Revolución del Jazmín sea la antesala, de un proceso orientado a una verdadera Revolución Socialista como la que anuncia el doctor Pablo Sandoval Cruz en su nuevo libro “Camino al socialismo”, o que demuestre Ángel Aguirre que su gobierno será socialista como el de Lázaro Cárdenas (1934-1940), valga la comparación.
eodiego@yahoo.com.mx
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