miércoles, 18 de enero de 2012

Cultura popular

CULTURA POPULAR

Ernesto Ortiz Diego

En oposición a la “cultura” fabricada en esas condiciones (cultura de masas), instrumento de dominación y colonización, podemos distinguir un proceso diferente de fabricación de “cultura” realizado por las clases dominadas o subalternas a partir de su interacción directa y como respuesta a sus necesidades. A esta forma diferente, la llamaremos cultura popular.

La cultura popular es cultura de los de abajo, fabricada por ellos mismos, carente de medios técnicos. Sus productores y consumidores son los mismos individuos: crean y ejercen su cultura. No es la cultura para ser vendida sino para ser usada. Responde a las necesidades de los grupos populares, de los de abajo , como la novela de Mariano Azuela.

Frente a sus opresores y a sus necesidades, los pueblos, y en especial los sectores oprimidos (como los alfareros de El Fortín de Tixtla), han tenido siempre la posibilidad de elaborar sus propias respuestas.

Los productos culturales de los sectores oprimidos son respuestas solidarias que forman y expresan la conciencia compartida de su situación y generan el comienzo de su superación, como lo hacen los pintores de Tixtla.

Estas respuestas, que en un comienzo se basan en elementos que un sector comparte y que los diferencian, pueden ser inicialmente apenas un conjunto de símbolos y gestos, costumbres, rituales de comunicación o elementos de tipo narrativo o musical: un poema, una canción, un mito. Las expresiones artísticas creadas y ejercidas por el grupo contienen el comienzo de una toma de conciencia compartida, representan el inicio de posibles formas de acción, como lo hacen los fandangueros tixtlecos.

La cultura popular auténtica, dentro de un contexto social de dominación y explotación, es el sistema de respuestas solidarias, creadas por los grupos oprimidos, frente a las necesidades de liberación.

La creación de cultura requiere ante todo comunicación, interacción directa. La creación de cultura popular supone la actividad de un grupo, que colocado frente a carencias comunes las enfrenta en forma solidaria, generando productos nuevos, útiles al grupo, y reconocibles por éste como su creación.

La solidaridad sólo puede nacer y ejercerse a partir de la interacción y comunicación directa, la confrontación cotidiana de situaciones comunes. La solidaridad sólo es tal entre iguales; en sí misma implica un reconocimiento de situaciones compartidas por el grupo. Es la base y a la vez el producto dialéctico de la cultura popular.

La cultura popular es pues producción de iguales, producto de la solidaridad de los de abajo. La solidaridad así entendida es peligrosa para el sistema, pues contradice todos sus presupuestos y engendra, a través de su ejercicio, productos que se enfrentan con los aparatos de dominación.

No importa casi lo que la televisión diga; cualquiera que sea su mensaje, su misión consiste en reforzar la cosificación del hombre, profundizar su existencia de “partícula suelta inserta en un sistema ajeno”. A la que ya se encuentra destinado por su condición de mercancía en el proceso de la producción, en el mercado de trabajo. La debilidad política del sistema, sus contradicciones crecientes, fuerzan a extremar el control. Es necesario que el hombre se neutralice como ser activo, pensante, creador; y no sólo en su tiempo de trabajo también en su tiempo de ocio.

La cultura de masas tiene por misión acrecentar la pasividad del hombre, separarlo de toda función activa y de las situaciones de interacción creadora con su clase. Separarlo de todo lo que conduzca a actuar grupalmente y retomar su reflexión, iniciativa, acción y fuerza creadora sobre el mundo social en que está inserto. Para su seguridad, el sistema necesita cada vez más de un hombre pasivo y solitario, de un hombre incapaz de crear cultura. Un consumidor pasivo e impotente ante las formas culturales emanadas de fuentes que se le presentan como impersonales, poderosas y remotas, y por lo tanto, infalibles.

Sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)

domingo, 15 de enero de 2012

Cultura de masas

CULTURA DE MASAS

Ernesto Ortiz Diego

En nuestra sociedad los sectores dominantes controlan, monopolizan y ejercen poderosos medios de fabricación y difusión de productos culturales. Por primera vez en la historia, la tecnología ha puesto al servicio de la oligarquía medios de enorme alcance y eficacia como la televisión, la radio, los periódicos, el cine y la educación mediatizada, asimismo, el grupo más eficiente de la comunicación que inventaron y modernizaron la sociedad del conocimiento: Steven Jobs (Apple-Macintosh), y Bill Gates (Microsoft), medios que nos permiten usar Internet, twitter, blog, facebook y e-books, entre otros que seguirán seguramente apareciendo.

Merece especial atención el iPad, como escribe el politólogo Víctor Flores Olea, investigador de la FCPyS-UNAM: “Ayer por la mañana, 25 de diciembre de 2011, me desperté con la novedad de que mi bella esposa Rosa Elena había tenido la magnífica y sorpresiva idea de regalarme un iPad, una de las sorprendentes y últimas realizaciones de Steven Jobs, recientemente fallecido, y creador-dueño-animador de las computadoras Apple-Macintosh, y también de los innumerables derivados de esas computadoras que perseguían siempre una concreción minimalista con la máxima eficacia tecnológica, con otra dimensión que debe atribuirse casi exclusivamente a Jobs: la realización del aparato, incluso en sus dimensiones más pequeñas, con la máxima belleza y elegancia posibles.”

Por esa fecha, mi hijo Ernesto Ortiz Tapia, residente en Ciudad Juárez, me regaló un iPad.2, con el que me comunicaré también con mi otro hijo Hahnemann Ortiz Tapia, estudiante del doctorado en computación en la Universidad de Minnesota, Estados Unidos.

Los medios de comunicación masivos penetran en las casas, sujetan durante largas horas a las personas frente a un televisor principalmente, transmiten no sólo mensajes verbales, también imágenes de acciones, incluso violentas, conductas no recomendables en las telenovelas y en las noticias.

La radio permite al individuo que la escucha un cierto accionar simultáneo, la televisión inmoviliza; además, transmite modelos corporales, actividades, gestos, mímicas, tipos de belleza física, formas prestigiadas y desprestigiadas para imitar.

Por primera vez, los productos culturales pueden ser producidos en forma masiva por minorías que disponen de vastos aparatos tecnológicos y que toman decisiones en cuanto al contenido, calidad y dirección de sus productos, en función de sus intereses y de los de sus mandantes. El poder de estos medios es evidente: difunden hábitos, costumbres, mercancías y opiniones, canciones y modelos de identificación, códigos culturales e ideológicos.

La cultura de masas implica un cambio cualitativo en la forma de creación de productos culturales: ya no son producto de la interacción directa de grupos humanos. Una de sus características principales es su poder de difusión –veloz y masiva- en contraste con las anteriores formas lentas y en general limitadas de difusión. Es justamente el asombroso poder de difusión el que otorga la facultad de crear formas culturales dominantes a grupos pequeños de especialistas.

Los productos culturales así fabricados experimentan un cambio notable en su contenido y en su carácter ideológico. Y si bien el aspecto técnico de los medios de comunicación masivos afecta la calidad de los productos culturales, su contenido y signo ideológico no depende fundamentalmente de la existencia de esos medios sino de la forma en que son usados, del hecho de que estos medios sean manejados por minorías que controlan el poder político y la economía.

Los productos culturales fabricados de esta manera asumen la forma de “mercancía” y participan de sus características: su valor de uso consiste principalmente en su aporte a la producción y reproducción del sistema dominante.

La cultura dominante se ha transformado rápidamente en cultura de masas. Sus productos llegan a todas las clases sociales y en gran parte son comunes a muchos países. La cultura de masas homogeneiza, borra diferencias, genera hábitos, modas y opiniones comunes. Es consumida por todos los grupos sociales y es sobre todo eso: una cultura para el consumo. La cultura de masas viene de arriba hacia abajo: puede ser preparada por artífices profesionales, hábiles manipuladores, con los ingredientes que convengan. Responde a las necesidades del sistema opresor y represor.

sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)

martes, 10 de enero de 2012

Año político, primer acto

AÑO POLÍTICO, PRIMER ACTO

Ernesto Ortiz Diego

Tiempo de muda en la República. Siendo esquemáticos, 2012 puede asirse como un lapso o, mejor aún, como un espectáculo político en cuatro actos, a saber: la disputa, el día después, el interregno y el relevo.

Primer acto

De aquí a julio, lo central es la reformada, sinuosa y jocosa disputa por el poder político, donde seguramente veremos lo de costumbre: lodo y escándalos triviales, propuestas vagas y muchas veces inconsistentes (prometer no empobrece), debates entre candidatos y, sobre todo, spots vacuos y soporíferos.

Así visto, un primer semestre rijoso y pendenciero, lleno de promesas y redentores de la patria, de publicidad y búsqueda desbocada del sufragio. El panorama sucesorio, por ahora, es más bien parco y aburrido, sin mayores definiciones.

El abstencionismo, sin duda, es otro fantasma que recorre el país. Como sea, del norte al sur y del este al oeste, el país está en (pre)campaña y lo estará hasta los últimos días de junio.

Hoy, profesionales, practicantes, fanáticos, aficionados e indiferentes hacia la polaca velan armas, hacen proyecciones y cuentas alegres. Así que lo demás puede esperar o, mejor aún, entrar en el juego por todos jugado. En términos prácticos, podría decirse que es una especie de campo congelado, paralizado, como en stand by. A estas alturas, en plena precampaña, el Congreso de la Unión difícilmente procesará lo que no ha procesado en la última década: las-reformas-que-el-país-necesita.

El último periodo de sesiones ordinarias de la lxi legislatura del Congreso de la Unión, que arranca el próximo 1º de febrero, estará marcado por la contienda presidencial y la búsqueda de otros huesos por parte de los legisladores. La falta de acuerdos es previsible, aunque no hay que descartar que algo pudiera ver la luz o que algo pueda transitar, para sorpresa de muchos —como la reciente modificación del artículo 24 constitucional en la Cámara de Diputados, impulsada por el pan y el pri en aras de congraciarse con la jerarquía católica.

Simple y sencillamente, hasta el 1° de julio, día de la jornada comicial, no habrá tregua. Casi está de más insistir sobre lo que está en juego en los próximos comicios federales: la renovación de dos de los tres poderes de la Unión: el Congreso y el Ejecutivo federal.

Desvencijada y todo, pero la Silla del Águila sigue siendo la joya de la corona. Es, al menos, la pieza mayor.

Definidas las candidaturas tanto en el pri (Peña Nieto) como el bloque de la izquierda partidaria (López Obrador), sólo en el pan se vive una competencia abierta por la candidatura presidencial. Las encuestas ubican a Josefina Vázquez Mota a una distancia considerable de Santiago Creel y Ernesto Cordero. El reciente trabajo de Reforma es simplemente apabullante: ella cuenta con el 62% de los votos de miembros activos y adherentes del partido, mientras que ellos levantan el 14 y el 15%, respectivamente.

La ex secretaria de Educación va en caballo de hacienda. Habrá que ver qué ocurre de aquí a febrero, cuando los militantes y adherentes elijan a su abanderado.

Una vez definido el aspirante presidencial del partido gobernante, la disputa será por el orden de los contendientes. Como Enrique Peña Nieto sigue punteando todas las encuestas, a partir de marzo el juego es por el segundo lugar.

Tampoco puede perderse de vista que en las batallas “menores” por las curules de diputados y senadores se juega la capacidad de maniobra del próximo gobierno; se juega, además, el talante del próximo Congreso, el perfil de los próximos legisladores.

Casi sin ruido, tanto el combo formado por el pri, el pvem y el Panal como la coalición del prd, el pt y el mc resolvieron el trance de las candidaturas presidenciales, pero les falta resolver la no menos conflictiva rebatiña por los escaños legislativos: los lugares privilegiados en las listas plurinominales de las cámaras de diputados y de senadores, las propuestas para los diputados de los 300 distritos electorales federales y las fórmulas para el Senado de la República. Según resuelvan sus particulares desafíos en este terreno —de diversa índole, magnitud y complejidad—, los partidos políticos podrían modificar el escenario actual.

Pero con las elecciones federales no se acaba todo el pastel a repartir. En concurrencia con el proceso federal, el mismo 1° de julio se renuevan 6 gubernaturas, una jefatura de Gobierno, 473 diputaciones locales, 885 alcaldías, 16 delegaciones políticas (en el d.f.) y 20 juntas municipales (en Campeche). Concluiré en la próxima entrega.

Sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA).

Árbitro completo

ÁRBITRO COMPLETO

Ernesto Ortiz Diego

Las autoridades electorales resienten el trajín de la primera vez. No es de ahora sino desde el 2009, pero a falta de mucha legislación secundaria para acompasar la modificación constitucional los árbitros se han visto compelidos a llenar huecos y subsanar vacíos, muchas veces de forma embrollada y poco práctica.

El nombramiento de Sergio García Ramírez, Lorenzo Córdova y María Marván como nuevos consejeros del ife fue una buena noticia, finalmente. Con su experiencia, conocimientos y probidad, los tres seguramente elevarán el nivel de los debates y coadyuvarán para afianzar jurídicamente las decisiones de la autoridad administrativa. Aunque tardía, certera decisión del Congreso. A nadie convenía —menos a los que se siente ganadores— un Instituto Federal Electoral (ife) tasajeado y mancillado por los mismos jugadores.

Pero en estos mismos días, para no ir tan lejos, en acatamiento a una petición que por oficio le remitió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el ife aprobó un acuerdo enredado o, al menos, conflictivo para el sentido común en respuesta a la consulta formulada por Andrés Manuel López Obrador, respecto a sus derechos y obligaciones como “precandidato único” a la Presidencia de la República. Así lo estableció la autoridad: “…por ningún motivo la imagen o nombre de los precandidatos únicos podrán aparecer en los promocionales de radio y televisión, pero [el Consejo General] acepta que éstos puedan asistir y participar en eventos públicos con militantes y simpatizantes, así como a universidades e instituciones públicas y privadas, siempre y cuando no solicite el voto a favor o en contra de un oponente.”

¿Proselitismo sin pedir el voto…? Seguramente existen formas bien simuladas para hacerlo. Por lo pronto, López Obrador se siente “como pez en el agua” en los mítines, mientras que Peña Nieto ha optado por privilegiar las arengas en el mismo círculo partidario.

Queda claro que nada está escrito. Tanto el penoso resbalón del puntero en la carrera sucesoria en diciembre pasado (en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara), como la renuncia del Humberto Moreira a la dirigencia nacional del pri nos recuerdan la incertidumbre del terreno democrático, los vaivenes del juego político… Tampoco está cantado el triunfo de Peña Nieto y el pri ni la salida del pan de Los Pinos ni, aunque más remoto, tampoco puede descartarse el milagro para el lopezobradorismo y la izquierda.

2012, año de renovación política en México. A lo largo del ciclo se irán develando cuestiones de enorme trascendencia, como el papel del presidente Calderón en el desarrollo de los comicios, la calidad de la competencia por el poder público, el nuevo inquilino de Los Pinos, la conformación del Congreso de la Unión.

Todo ello, en medio de una panorama económico inercialmente mediocre: con crecimiento de alrededor de 3% del PIB y la creación de apenas 510 mil empleos formales –de acuerdo al Banco de México-; una locomotora gringa a medios gas (la expansión del vecino se calcula en 1.9% del PIB), una contracción en la Eurozona –se contempla una contracción de 0.3% en el PIB…Con algunos acontecimientos de diversa laya y catadura, como la visita del jefe del Estado Vaticano, el Papa Benedicto XVI, a Guanajuato, programada del 23 al 26 de marzo…Como la reunión en Los Cabos, del G-20, el grupo de los países más relevantes para la economía, presidido este año por México y justo en un momento de alta incertidumbre financiera, tanto en Europa como en Estados Unidos.

2012, por donde se le vea, es un año crucial para el país, lo mismo por su estadio político –democracia extraviada, transición inacabada-, como económico –el “estancamiento estabilizador” no conduce a ningún lado- y social –más de la mitad de la población en condiciones de pobreza- que por lo que está en juego en los comicios del uno de julio. En todo caso, la ciudadanía tiene el reto de exigir soluciones viables, compromisos realizables, inteligentes e imaginativos.

Sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)

2012 Año político

2012: Año político

Ernesto Ortiz Diego

Año de definiciones para México. El clímax acontecerá el 1° de julio, día de la cita con las urnas, pero todo el periodo estará marcado por el proceso comicial y sus resultados, por la justa electiva y el nuevo acomodo de las fuerzas políticas —Congreso y gubernaturas.

La renovación es anhelada por muchos. Según una reciente encuesta, en el último año se incrementaron las “ganas de cambiar de partido en el gobierno, de trabajo y hasta de pareja sentimental.” El anhelo de oxigenación política seguramente podría explicarse como resultado del desgaste acumulado por el panismo a lo largo de más de un década pero, sobre todo, después de un gobierno tan sinuoso y lúgubre como el de Felipe Calderón, al menos en dos de los rubros que, de acuerdo con la misma demoscopia, son los más sensibles para la ciudadanía: en primer lugar, la economía.

La estabilidad macro es indudable, incluso pueden presumirse cosas como que las reservas internacionales se encuentran en niveles “históricos”. Pero resulta que en los primeros cinco años de esta administración el crecimiento promedio anual del pib ha sido de 1.48%, el más bajo de los últimos cuatro periodos similares. En segunda instancia, la seguridad: desde diciembre del 2006 el país se encuentra en una guerra quizá necesaria, pero atroz y lamentabilísima contra los grupos fácticos, con índices delictivos que no ceden, con sangre y violencia como nunca antes. Valga el dato: de acuerdo con el llamado “ejecutómetro” de Reforma, hasta el momento son más de 50 mil los muertos ligados con el combate a la delincuencia.

Es mucho lo que está en juego: 2012 puede catalogarse como “el año del hueso” si consideramos que contiene la bolsa de cargos de elección popular más abigarrada en la historia del país. Un total de 2 127 cargos en disputa: a nivel federal, la Silla del Águila y las 628 curules federales. En el Distrito Federal, que se sigue cociendo aparte, la jefatura de Gobierno y las 16 delegaciones. Por otro lado, elecciones generales (ejecutiva, legislativa y municipal) en Guanajuato, Jalisco, Morelos, Yucatán, Tabasco y Chiapas; y

sólo legislativas y municipales en Campeche, Colima, Estado de México, Guerrero, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora.

La última reforma constitucional en materia electoral también vino a modificar las precampañas reguladas, aunque sea a medias o únicamente a nivel constitucional. Como sea, este periodo es una auténtica novedad que corre desde el pasado 18 de diciembre hasta más tardar el 15 de febrero… Aunque, en los hechos, podría concluir el 5 de febrero, día de la primera ronda de la interna blanquiazul, en caso de que alguno —o alguna, más probable— se levante con la victoria legalmente contundente, es decir, con “la mayoría absoluta de la suma de los votos válidos emitidos” o, si ninguno de los candidatos registrados obtiene la mayoría antes mencionada, “quien logre una mayoría de 37% o más de los votos válidos emitidos, con una diferencia de cinco puntos porcentuales o más respecto del candidato que le siga en votos válidos emitidos.”

sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)

martes, 3 de enero de 2012

Provocación montada o simple estupidez

PROVOCACIÓN MONTADA O SIMPLE ESTUPIDEZ

Ernesto Ortiz Diego

La participación del gobierno de Ángel Aguirre a través de su Aparato Represivo del Estado (ARE), en el asesinato de dos estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa (Gabriel Echeverría de Jesús y Erick Alexis Herrera Pino), el pasado 12 de diciembre, abre interrogantes de implicaciones mayúsculas. ¿Autorizó Aguirre la ofensiva policiaca a modo de castigo ejemplar contra los estudiantes de Ayotzinapa? ¿El gobierno aguirrista cayó en el garlito preparado, premeditado, proyectado por operadores del PRI?

Las alternativas son pocas y optar por cualquiera de ella resulta preocupante. En el primer caso, la represión aguirrista supondría que no está dispuesto lidiar con indignados. El endurecimiento de quienes controlan áreas delicadas del gobierno del Estado ratificaría la percepción de un turbulento fin de año 2011 (nueve largos meses) por la multiplicación de conflictos que sólo podrían afrontarse con el uso discrecional de la fuerza pública y el ejército.

En el segundo caso, la ingenuidad de los aprendices habría servido al interés priista de enrarecer el ambiente político-electoral: la provocación montada no buscaría, en primera instancia, la reacción de la ultra derecha del PRI, sino involucrar al gobiernos aguirrita en un nuevo incidente de represión. ¿En realidad, Rubén Figueroa Smuny, sabía lo que iba a pasar el 12 de diciembre con la masacre de estudiantes de Ayotzinapa, como se rumora?

Pero existe otra opción, tan inquietante como aquellas dos, la pura y simple concatenación de prepotencia gubernamental, irresponsabilidad flagrante en los despachos encargados de la seguridad pública y la política interior…y altas dosis de estupidez humana. Ineptitud o inoperancia de los servicios de inteligencia (civil y militar) para surtir de información precisa a los estrategas en el proceso de toma de decisiones. Incapacidad o insensatez de los estrategas para leer la información de inteligencia y anticipar el previsible curso de los acontecimientos. Grave déficit de inteligencia, sin cursivas, que impide advertir al aprendiz de brujo (Ángel Aguirre, Humberto Salgado Gómez, Silvia Romero Suárez, Marcial Rodríguez Saldaña, Víctor Aguirre y Moisés Jiménez Alcaraz; o los que ya fueron despedidos: Alberto López Rosas, ex procurador de Justicia; ex Ramón Almonte Borja, ex secretario de Seguridad Pública; general Ramón Arreola, ex subsecretario de Seguridad Pública, y Antonio Valenzuela Valdez, director de la Policía Ministerial. Que los incendios no suelen aplacarse con chisguetes de gasolina.

¿Se puede explicar de otra forma el vertiginoso escalamiento de violencia contra la Escuela de Ayotzinapa a niveles de conflicto político de efectos inmanejables y repercusiones imprevisibles?

Se puede y, por supuesto, no falta quien lance la más inverosímiles conjeturas: montaje figueroista o añorvista para enturbiar el clima “propicio” de una alternativa electoral de izquierda; complot figueroista para ensuciar las manos de Aguirre, más de las que ya están y erigirse (Rubén Figueroa Smuny) como la opción necesaria; operación figuroista-añorvista para desmantelar, de un solo golpe, las aspiraciones del Grupo Aguirrista para el Senado de la República, la Cámara de Diputados Federal, el Congreso del Estado y los 81 Ayuntamientos, que estarán en juego político-electoral el primer domingo de julio de 2012.

Bien. Imagine el lector al titiritero y sus monitos. La mente maestra elucubrando en las sombras. Imagine el Dialogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu, escrito por Maurice Joly en 1864. El estratega genial maquinando la terrible venganza, el regreso o la salida triunfal con sangre de estudiantes de Ayotzinapa. ¿Ángel Aguirre, quien sigue buscando la puerta donde está la cerradura que abre la llave que acaba de encontrar? Sobrevaluada inteligencia del mal que pudo contener la ira de Rubén Figueroa Alcocer por la derrota de su candidato a gobernador Manuel Añorve Baños, por el gobernador por error y traición al PRI, Ángel Aguirre. El perverso, perseguido en las noches de insomnio por fantasmas como le sucede a Plutarco Elías Calles, en la novela más reciente del literato de Ciudad Juárez, Ignacio Solares, “El Jefe Máximo”.

eodiego@yahoo.com.mx

sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA).

Represiones que no pueden olvidarse

REPRESIONES QUE NO PUEDEN OLVIDARSE

Ernesto Ortiz Diego

De la “amenaza para todos” a la identificación parcial, sesgada, de presuntos culpables (policía federal y ejército). De la inflexión grave, circunspecta, del gobernador Ángel Aguirre que convoca a una supuesta unidad para cerrarle el paso a la crisis de su gobierno, a la arenga de los indignados de Ayotzinapa y de los movimientos sociales en contra de un gobierno represor; estos primeros días de año nuevo, serán cruciales para saber si continúa su gobierno o termina su cuatrienio.

En el núcleo de las interrogantes, no necesariamente en sus respuestas, parece estar la clave política del fin del cuatrienio. Un cierre de gestión que anuncia tempestades y podría precipitar la confrontación sin atenuantes ni punto de retorno. Un cuatrienio de pronóstico reservado, en el ocaso del aguirrismo en Guerrero.

No se puede asegurar que en el gobierno de Aguirre hay optimismo, magníficas noticias, tranquilidad y temple. Cualquier prueba sobre la matanza de Ayotzinapa en su contra antes del 15 de enero sería fatal para su segundo gobierno.

En los días y semanas que vienen, al gobernador Aguirre se le ve molesto, preocupado, su propensión al alcoholismo lo hace ver desgajado, intranquilo, no parece encontrar alguna estrategia para enfrentar con ánimo lo que le espera de las investigaciones que están realizando la CNDH y la Comisión Especial del Congreso de la Unión sobre el Caso ayotzinapa.

Porque, al final, lo saben los especialistas del próximo pasado, un mal principio de un gobierno termina con un triste final de un cuatrienio o sexenio, del que se esperaba mucho, pues Aguirre había llegado a la gubernatura de Guerrero en el 2011 con un enorme capital político, pero su propensión también a la represión, vino a dar al traste con su optimismo; se le augura un pésimo final si es que continúa como gobernador, las manchas a su gobierno como represor no se van a olvidar rápidamente, la matanza de 11 campesinos de El Charco en la Costa Chica en 1998 aún están presentes, la golpiza a los profesores de la CETEG el 12 de octubre en Acapulco, tampoco se puede olvidar, y después de dos meses, exactamente el 12 de diciembre, los dos asesinatos de los estudiantes de Ayotzinapa.

Ayotzinapa puede ser el “Waterloo” de Aguirre, famosa batalla por la derrota del ejército francés, que se suponía invencible, dirigido por Napoleón Bonaparte el 18 de junio de 1815, y el triunfo del Duque de Wellington, que comandaba las fuerzas británicas, alemanas y holandesas.

Hay muchos testimonios sobre la masacre de los estudiantes de Ayotzinapa de los que no puedo escribir, por la propia competencia de la CNDH y de la Comisión Especial del Congreso de la Unión, esta última dará su veredicto antes del 15 de enero próximo. También no se escriben los testimonios por la seguridad de las personas que fueron afectadas o que vieron la gran represión con armas de alto poder que obedecía las órdenes dadas del gobernador al general Ramón Arreola, quien no tuvo empacho en decir ese mismo día de la masacre, el 12 de diciembre, que el jefe del ejecutivo local le dijo: “El gobernador me pidió limpiar la carretera y la carretera esta limpia”.

El politólogo Samuel Schmidt, vicepresidente de la Universidad de Guadalajara en Los Ángeles, Estados Unidos, escribió en el periódico La Opinión de Los Ángeles, 20/12/2011, (lo que significa que el conflicto se ha internacionalizado), que recibió información de unos politólogos mexicanos, que el día de la masacre, el gobernador Aguirre estaba ocupado en un brindis, cuando sus policías fueron a reprimir la protesta de los estudiantes de Ayotzinapa, llegaron armados con armas largas, las dispararon, mataron a dos estudiantes y obligaron a uno de ellos a disparar para culparlo por los disparos. Schmidt se imagina que trataban de mostrar que los estudiantes habían provocado a los policías y a éstos no les “quedó más remedio” que responder al fuego, porque sus vidas corrían peligro.

El gobernador despidió a medio Aparato Represivo del Estado (ARE) y culpó a los policías por no seguir el protocolo que indica que no se llevan armas largas a una protesta, aunque no queda claro, en qué circunstancias las policías municipal y estatal deben cargar armas largas, y en qué circunstancias pueden disparar. Porque uno va por las calles en Guerrero y se ven vehículos cargados de soldados o policías de todos los niveles con armas largas.

sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)

eodiego@yahoo.com.mx