miércoles, 11 de abril de 2012

miércoles 11 de abril de 2012

LA SOCIALDEMOCRACIA GUERRERENSE

Ernesto Ortiz Diego

La libertad y la igual de las personas en una sociedad solidaria es el propósito del Socialismo democrático, todas las personas tienen la libertad de desarrollarse como individuos, de influir sobre la sociedad y sobre sus propias vidas.

Libertad se refiere tanto al hecho de ser libres de coacciones y opresiones exteriores, del hambre, o del temor al futuro como también a la autodeterminación y a la mutua cooperación, a las posibilidades de desarrollo individual, al de vivir en una sociedad segura y poder decidir sobre su propia vida y al de elegir su propio futuro.

La libertad del individuo supone la igualdad, ésta significa que todos los individuos sin tener en cuenta sus condiciones poseen las mismas posibilidades de dirigir sus vidas y de influir en la sociedad en que viven, esta igualdad al derecho a diferentes formas de elección y de desarrollo sin que estas diferencias influyan negativamente en la situación social del individuo y reduzcan sus derecho en la vida cotidiana y en la sociedad.

La libertad y la igualdad constituyen juntas los derechos individuales y las soluciones colectivas necesarias para crear el bienestar común, bases para la vida y las posibilidades del individuo. Este bienestar común supone la solidaridad. Ésta significa una complementación con las condiciones de los demás y la voluntad de demostrar cuidados y consideración los unos con los otros.

El poder de la sociedad debe provenir de aquellos que juntos la forman, los intereses económicos no tienen nunca el derecho de limitar la democracia, ésta tiene siempre el derecho de determinar las condiciones de la economía y los límites en el mercado.

La democracia en Guerrero y en particular en Tixtla, es imperfecta y en ocasiones no es útil en nuestro sistema político; la Socialdemocracia aspira a un orden social donde los guerrerenses como ciudadanos e individuos podamos influir tanto sobre el desarrollo social como sobre el trabajo de nuestras vidas cotidianas.

Los socialdemócratas aspiramos a un orden económico donde cada persona como ciudadano asalariado y consumidor pueda influir sobre la producción, distribución, organización y condiciones de su vida laboral, donde haya libertad de elección y donde el ejercicio público pueda ser auditado mediante el acceso público, gratuito y directo de los ciudadanos.

La Socialdemocracia de la sociedad actual. El cambio social que aspiramos requiere de la comprensión de nuestra realidad política. La voluntad de los ciudadanos y su convicción son los medios para cambiar la sociedad. Es necesario que los guerrerenses adoptemos a la democracia como la forma esencial en la toma de decisiones sobre nuestros asuntos comunes.

La democracia del derecho a luchar por sus propias ideas e intereses, pero también la obligación de escuchar la opinión del otro. La concentración del poder amenaza siempre a la democracia sin importar el grupo que lo posee. La democracia debe ser mantenida a través de los debates y por la entusiasta participación de los ciudadanos. El proceso democrático y la administración de la sociedad seguirán bajo el control democrático y trabajarán bajo el principio de reglas claras y justas.

La Socialdemocracia guerrerense la encabeza a nivel nacional el Partido Movimiento Ciudadano, con el liderazgo de Luis Walton; en Guerrero la lidera Mario Ramos del Carmen. Tres opciones políticas pueden llegar por lo menos en tres presidencias municipales: Luis Walton (Acapulco); Efraín Ramos Ramírez (Coyuca de Benítez); y Jesús Alberto Jaramillo Rodríguez (Tixtla).

Sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA)

lunes, 9 de abril de 2012

LA MUERTE DE LA DEMOCRACIA EN TIXTLA

Ernesto Ortiz Diego

La sorpresiva doble imposición de candidatos a la presidencia municipal de Tixtla para el trienio: 2012-2015, tanto en el PRI como en el PRD, hay también dos cúpulas sepultureras de la democracia, por un lado, en el PRD los sepultureros son: Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero, Carlos Reyes Torres, David Jiménez Rumbo y Sebastián de la Rosa Peláez; por el otro lado, en el PRI, los que enterraron la democracia en Tixtla son: Víctor Valencia de los Santos, delegado especial del CEN del PRI, Rubén Figueroa Alcocer, Manuel Añorve y Héctor Astudillo Flores.

Importa, porque coloca el dedo en una llaga por la que sangra no sólo en Tixtla sino en toda la entidad guerrerense; el déficit de ciudadanía, la carencia de demócratas, de ciudadanos de tiempo completo.

Las cúpulas de los dos partidos “mayoritarios” en Guerrero, hicieron creer que harían encuestas para nominar candidatos con el mejor perfil, altamente competitivos y con proyectos de desarrollo viables; el resultado fue un fracaso, otra vez las élites antidemocráticas se impusieron, y si no hubiera terceras opciones los pueblos serán castigos con presidentes municipales mediocres, corruptos e ineptos, lo que continuarán provocando un retroceso en la mayoría de los 81 municipios.

La democracia en Guerrero, ni siquiera podemos decir que ha llegado tarde, simplemente no ha llegado; y además sigue coja. Siempre a medias, siempre a cuentagotas. Los grupos de poder, los caciques y caciquillos, se han mostrado peculiarmente mezquinos con la dotación de democracia hacia los pueblos que aspiran a ser libres en elegir a las autoridades que ellos desean, pero como siempre se atraviesan las cúpulas para imponer a sus amigos, familiares, esposas y amantes.

A Rubén Valenzo Cantor, la sociedad tixtleca lo rechaza, porque no nació en el municipio y la forma de hacer campaña es envalentonada, siempre dice que los tixtlecos ahora si van a tener un presidente con pantalones, que es rico de abolengo y que con su dinero puede comprar voluntades para imponerse como alcalde, no se tienta el corazón para decir a quien le compró la candidatura en 3.5 millones de pesos.

El caso de Erwin Pastrana ha buscado la presidencia municipal de Tixtla como si fuera un “chapulín”, que brinca de partido en partido, comenzó sus aspiraciones con el Partido de la Revolución del Sur (PRS), ya desaparecido porque lo dirigían solo vivales de la grilla, finalmente, logra la candidatura por el PRD más no la gloria, porque tiene un pasado que también rechaza la sociedad tixtleca.

Las tribus del PRD carecen de democracia, pues se han constituido en el blindaje de otros tantos liderazgos personalizados y simpatías partidistas antidemocráticas (caciquillas) que han surgido aquí y allá como hongos y que hoy, escudados en supuestas corrientes al interior del sol azteca, imponen candidaturas impopulares, que los pueblos rechazan abiertamente porque sus conductas sociales y formación académica son reprobables.

La forma ruin de cómo actúan las cúpulas del PRI y el PRD, provocan el alejamiento de la ciudadanía en los procesos electores, que se refleja en el abstencionismo incontrolable. La vida partidista ha contaminado los espacios de la política de la sociedad civil.

Siempre al acecho, las tribus al interior del PRD y los sectores del PRI, nunca han renunciado a cooptar a los representantes vecinales, a formar clientelas políticas y de la misma parroquia política. Unos y otros terminan por corporativizar iniciativas, por mercantilizar la organización ciudadana, por partidizar espacios de exclusiva participación ciudadana, o debería ser en democracias de calidad.

Si los dos candidatos del PRI y el PRD son impresentables, deberá surgir una tercera alternativa que pudiera ser con los mismos actores políticos que fueron desplazados por ambas cúpulas, pero que tienen un mejor perfil que el pueblo de Tixtla los aprobaría con su voto el próximo domingo 1 de julio; si los partidos “mayores” se cerraron y le dieron muerte a la democracia (que es un decir porque nunca ha existo la democracia en Guerrero), pueden buscar la candidatura en otros partidos, PMC, PT, PAN y PANAL, lo que la gente quiere son buenos ciudadanos para que sean autoridades honestas y eficientes. No malandrines aventureros que solo quieren enriquecerse en tres años.

Sociólogo (UIA), politólogo (IIEPA).