lunes, 28 de marzo de 2011

NICOS POULANTZAS (1936-1979)


Nicos Poulantzas, fue un sociólogo y político marxista greco-francés, que junto con Louis Althusser en la década de 1970 se posicionaron como líderes del marxismo estructural. Nació en Atenas, Grecia, se dedicó a la docencia universitaria en París.

A partir de conceptos estrictamente delimitados por él –tales como política, clase social, poder, Estado-, y tomando como base de su reflexión el dominio político en el sistema capitalista, Poulantzas procede al estudio de las diversas corrientes ideológicas y políticas del movimiento obrero y hace un examen y una crítica rigurosos de las conclusiones de de la teoría sociológica y política de Weber y Michels a nuestros días. Para ello, Poulantzas, quien fuera investigador del Centre National de la Recherche Scientifique, interroga de nuevo a los clásicos del marxismo y determina los elementos necesarios a una teoría política, a las instituciones políticas y al campo de la lucha de clases (Poder político y clases sociales en el capitalismo).

Materialismo Histórico –ciencia de la historia- tiene por objeto el concepto de la historia, a través del estudio de los diversos modos de producción y formaciones sociales, de su estructura, de su constitución y de su funcionamiento, y de las formas de transición de una formación social a otra.

El materialismo dialéctico –o filosofía marxista- tiene por objeto propio la producción de los conocimientos, es decir, la estructura y el funcionamiento del proceso de pensamiento. Propiamente hablando, el materialismo dialéctico tiene por objeto la teoría de la historia de la producción científica.

Entre estos conceptos, el determinante es lo económico, o modo de producción, porque deja asignado el lugar a las otras instancias, lo político y lo ideológico dependen de la condición particular de cada modo de producción, dado que cada uno de los niveles de estructuras y prácticas de clases que lo componen tienen un ritmo o de temporalidad propias, produciéndose por consiguiente los desajustes correspondientes que traen consigo el predominio en una formación social de una u otra región o instancia.

Pero cualquiera que sea la región que detente el papel predominante, la articulación de las instancias que especifican la matriz del modo de producción, está determinada en última instancia por lo económico.

Sobre el concepto de poder.

Este aparece en el campo de la lucha de clases, así como el concepto de clase, implica los efectos del conjunto de los niveles de la estructura sobre los soportes. El concepto de poder especifica los efectos del conjunto de esos niveles sobre las relaciones entre clases sociales en lucha.

El poder designa la capacidad de una clase para realizar sus intereses específicos en oposición con los intereses de las otras clases. Los intereses no se sitúan en las estructuras, sino en el campo de la lucha de clases. Las estructuras solo asignan sus límites a este campo; mientras las fuerzas sociales que abarcan la coyuntura delimitan el campo de la clase en cuanto a la clase distinta, en cambio los intereses delimitan el horizonte de su acción, no de la existencia de la clase como fuerza social, sino su grado de organización o extensión de su poder.

El concepto de intereses, solo puede referirse al campo de las prácticas en la medida en que los intereses son siempre intereses de una clase de los soportes distribuidos en clases sociales.

Cabe un desplazamiento de la especificidad de estos intereses dentro de los límites estructurales en función del poder del adversario.

La especificidad, se refiere a los diversos intereses de clase concerniente respectivamente a lo económico, lo político y los ideológico, ya que el poder se sitúa en estos tres tipos de prácticas de clases. En cada uno de los niveles, los intereses son relativamente autónomos, lo mismo que las estructuras o las prácticas, las relaciones de poder no constituyen una totalidad expresiva simple, sino relaciones complejas y diferenciadas determinadas en última instancia por el poder económico. Los poderes político e ideológico no son la simple expresión del poder económico.

El poder de las clases está organizado en centros de poder, de los que el Estado es el centro de ejercicio, pero los otros centros o instituciones, no son simples instrumentos del Estado, sino que poseen especificidad estructurales, las instituciones deben ser consideradas según su impacto en el campo de la lucha de clases, pues el poder concentrado en una institución, es un poder de clase.

Nicos Poulantzas, se apoya en la metodología marxista para el tratamiento sociológico de las clases burguesas y el Estado capitalista, proponiéndose cubrir una laguna ya que en los clásicos del marxismo solo aparecían estos aspectos en hueco, es decir, no explícitamente.

Las conclusiones propugnadas no son fragmentos aislados, sino que han de ser integradas en el sistema, son falsas y nefastas las restantes corrientes de pensamiento: Max Weber (1864-1920), funcionalismo de Talcott Parsons (1902-1979), Ralf Dahrendorf (1929-2009), y aún algunas interpretaciones que suponen alguna desviación respecto a la ortodoxia marxista como la de Georg Lukács (1885-1971), y Lucien Goldmann (1913-1970).

El materialismo dialéctico ofrece los conceptos abstractos con que se construyen las formaciones sociales concretas objeto de este estudio; mientras que el materialismo histórico significa la génesis de las estructuras de conformidad con el método dialéctico se han ido sucediendo en la historia.

En 1979 se suicidó, lanzándose del 22º. Piso de la Torre de Montparmasse de París abrazado de sus libros: Las clases sociales en el capitalismo actual (Siglo XXI, España Editores (1977); Lógica dialéctica y lógica moderna (1966); Poder político y clases sociales en el Estado Capitalista, Siglo XXI, México; Fascismo y Dictadura, La Tercera Internacional Frente al Fascismo (1971); Estado, Poder y Socialismo; Clases sociales y alianzas por el poder, Bilbao, Zero (1973); Hegemonía y Dominación en el Estado Moderno, Siglo XXI, Argentina; La crisis de las dictaduras (1975) y Hacia una Teoría Marxista.

sábado, 12 de marzo de 2011

GRAMSCI: HEGEMONÍA Y BLOQUE HISTÓRICO

Las relaciones de poder, el principal objeto de reflexión que quitó el sueño a Gramsci desde su juventud hasta su madurez, fue el problema del poder. Nació el 22 de enero de 1891, en Cagliari, isla de Cerdeña, Italia. En su primera juventud Gramsci se aproxima a la figura de Marx viendo en él más a un maestro intelectual que a un guía político.

En 1911, viaja con una beca para estudiantes pobres, a Turín para estudiar en la Universidad, Filología Moderna en la Facultad de Letras, donde conoce a Palmiro Togliatti (1893-1964), con quien lidera posteriormente, el Partido Comunista Italiano (PCI). En 1913 ingresa al Partido Socialista Italiano (PSI). Por problemas de salud, abandona sus estudios en 1915.

Como militante del PSI comienza a ejercer el periodismo en el semanario Il Grido del Popolo (El Grito del Pueblo) y en Avanti!, donde escribe entre 1916 y 1920 más de 360 artículos de teoría social y crónica teatral sobre Luigi Pirandelo (1867-1936). En 1917, asume la dirección de Il Grido del Popolo, comienzan sus polémicas contra la ideología burguesa positivista; es el año en que surge la revolución rusa encabezada por Lenin y Trotski. Gramsci se pone del lado de los bolcheviques y en contra del marxismo ortodoxo de Georgi Plejánov (1856-1918) y Karl Kaustky (1854-1938).

Al analizar el problema del poder, Gramsci realizó una de las grandes innovaciones en la teoría y la filosofía política del siglo XX, más de cuatro décadas antes de que Michel Foucault formulara su conocida y celebrada académicamente tesis según la cual el poder no reside en el aparato del Estado, no es una cosa, sino que son relaciones sociales.

Antonio Gramsci con un enorme reconocimiento académico había llegado a una conclusión análoga. El uno de mayo de 1919 Gramsci, Angelo Tasca, Umberto Terracini y Palmiro Togliatti fundaron el periódico L´Ordine Nuovo, órgano teórico, político y cultural, en defensa de los Consejos de fábrica de Turín, contrarios a los sindicatos, porque los primeros son una institución de ofensiva, de autonomía, cooperación y de autogobierno; en cambio los sindicatos son proclives a la burocracia y a la influencia de los empresarios. En México, a estos últimos lo conocemos como “líderes charros”.

La izquierda italiana se divide, por un lado el PSI, anquilosado; y por el otro lado, el 21 de enero de 1921 nace el Partido Comunista Italiano (PCI), con Gramsci a la cabeza. Entran en grandes polémicas ideológicas Amadeo Bordiga y Gramsci, ambos tienen formaciones culturales y teóricas distintas. Bordiga se coloca del lado del marxismo ortodoxo; Gramsci critica el determinismo, rechazo que aprendió de Benedetto Croce en su juventud.

El 28 de octubre de 1922, ocurre la marcha sobre Roma, se instala el fascismo liderado por Benito Mussolini (1883-1945), quien utiliza a grupos de choque (los “camisas negras”) con los que ejerce una brutal represión contra la clase obrera.

Gramsci viaja a Moscú en 1922, lleva la representación del PCI, invitado por Lenin; conoce en Rusia a Julia Schucht, su futura esposa y madre de su primer hijo Delio Gramsci, nace en Moscú en agosto de 1924; su segundo hijo Giuliano Gramsci en 1926. Aprovecha su estancia en la URSS para dialogar ampliamente con León Trotski.

En 1924, Gramsci es elegido diputado, regresa a Italia aprovechando la inmunidad parlamentaria. En ese mismo año funda el periódico L´Unitá (La Unidad); participa como parlamentario en grandes debates, cuestionando los crímenes del fascismo mussoliniano y propone un llamamiento a las masas y la huelga general política.

Gramsci viaja en marzo de 1925 por última vez a Moscú. En octubre de 1926, por encargo del PCI, escribe una dura carta al Comité Central del PC de la URSS sobre la disputa entre Stalin (1879-1953) y Trotski (1879-1940). La carta le debería entregar Togliatti a sus destinatarios, pero sólo la entrega a Bujarin.

Gramsci es perseguido por el fascismo, el PCI realiza en enero de 1926 su tercer congreso en Lyon (Francia). Allí hace un análisis de coyuntura sobre la situación de Italia. Sus tesis, fueron aprobadas por el 90% del congreso; Bordiga es derrotado con sus tesis. Las tesis de Lyon son importantes porque es donde expone la Hegemonía. Gramsci se conoce principalmente por la elaboración del concepto de Hegemonía y Bloque Histórico.

Pero además Gramsci es un marxista no repetidor, es un marxista original, desarrolló importantes teorías, muchas de ellas aún insuperables como la sociedad civil, sociedad política, estructura, superestructura, Estado, cultura popular, consenso, coerción, folklore de la filosofía, intelectual orgánico e intelectual inorgánico, transformismo, crisis orgánica, entre conceptos otros teóricos donde Gramsci completa a Marx, Engels y Lenin.

La llamada superestructura en el marxismo clásico como elemento en el cual se podía realizar una acción política y como una de las formas de crear y reproducir la hegemonía.

Conocido en algunos espacios como el marxista de la superestructura, Gramsci atribuyó un papel central al agenciamiento de la infraestructura-superestructura a partir del Bloque Hegemónico, o Bloque Histórico.

Superestructura. Ideología constituida por el sistema de ideas, doctrinas y creencias de una sociedad. Según este concepto, el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de producción capitalista no está dado simplemente por el control de los Aparatos Represivos del Estado (ARE). En este caso, el poder sería relativamente fácil de derrocar, bastaría oponerse una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado.

Dicho poder está dado fundamentalmente por la hegemonía cultural que las clases dominantes logran imponer sobre las clases sometidas a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios las clases dominantes controlan a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente inhibiendo así su potencialidad revolucionaria.

Así por ejemplo, en nombre de la nación o de la patria las clases dominantes generan en el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas, de unión sagrada con los explotadores en contra de un enemigo exterior y en favor de un supuesto destino nacional.

La hegemonía por el contrario es un proceso que expresa la conciencia y los valores organizados prácticamente por significados específicos y dominantes en un proceso social vivido de manera contradictorio, incompleto y hasta muchas veces difuso.

En una palabra, la hegemonía de un grupo social equivale a la cultura, que un grupo logró generalizar para otro segmento social. La hegemonía es idéntica a la cultura, pero es algo más que la ésta, porque además incluye necesariamente una distribución específica de poder, jerarquía y de influencia.

Como dirección política y cultural sobre los segmentos sociales aliados influidos por ella, la hegemonía también presupone violencia y coerción sobre los enemigos de clase.

La conclusión a la que llega Gramsci en los Cuadernos de la Cárcel, visualizando las relaciones de fuerzas en un conjunto, es la siguiente:

Se puede decir por lo tanto que todos estos elementos son la manifestación concreta de las fluctuaciones de coyuntura del conjunto de las relaciones sociales de fuerza, en cuyo terreno tiene lugar el paso de éstas a relaciones políticas de fuerzas para culminar en la relación militar decisiva.

Por lo tanto, en el pensamiento de Gramsci economía, política, cultura y guerra son tres momentos internos de una misma totalidad social, son grados y niveles diversos de una misma relación de poder que puede resolverse tanto en un sentido reaccionario o en un sentido progresivo mediante una revolución.

Gramsci es detenido por las fuerzas fascistas a pesar de su inmunidad por ser diputado, el 8 de noviembre de 1926 (tenía solo treinta y cinco años de edad), es confinado en Ustica, durante 44 días, comparte prisión con Amadeo Bordiga.

El juicio contra Gramsci en Roma se extiende desde el 28 d mayo de 1928 hasta el 4 de junio de ese año. Un fiscal fascista Michele, pronunció una frase terrible: “Hemos de impedir durante veinte años que este cerebro funcione”. Fue condenado a 20 años, 4 meses y 5 días de reclusión. Al cabo de once años de cárcel, Gramsci murió en 1937, su cerebro contribuye aún a cambiar el mundo.

En los primeros meses en prisión, a Gramsci no se le permite que escriba ni que lea, no le dan papel ni lápiz, escribe con carbón en las paredes de la cárcel; en 1927 solicita a sus amigos que le envíen las obras de Nicolás Maquiavelo (1469-1527); es hasta enero de 1929 cuando obtiene el permiso para escribir en su celda, el 8 de febrero de ese mismo año; dos años y tres meses después del arresto comienza a escribir lo que sería su obra cumbre, los Cuadernos de la cárcel; también le permiten que su cuñada Tatiana Schucht, hermana de su esposa Julia, lo visite. Hace amistad también con un gran economista, Piero Sraffa, profesor en la Universidad de Cagliari, y luego en Cambridge, quien le regala varias obras de Marx.

Hasta 1926, la producción teórica de Gramsci solo era en periódicos y revistas, eran análisis de coyuntura; el 19 de marzo de 1927, le escribe a su cuñada Tatiana sobre su plan de escribir en la cárcel “algo für ewig”, expresión atribuida a Goethe y significa algo para la eternidad.

Gramsci no escribió cómodo en un gabinete. Tampoco disfruta de la tranquilidad y la paz de una biblioteca para reflexionar. Cada página que escribe en sus cuadernos son como pequeñas victorias que va tejiendo frente a la represión y la censura que ejercen sobre él sus carceleros. Sus Cuadernos de la cárcel, por eso son fragmentarios y dispersos, eso explica su complejidad en su lectura.

A la muerte de Gramsci el 6 de julio de 1937, Tatiana llevó los manuscritos de la cárcel a Moscú, donde viven su esposa y sus dos hijos, y es Togliatti, quien vivía en el exilio el que revisó los manuscritos. En 1948 comienzan a editarse en italiano en forma de temáticas; en 1975 se publican en español y otros idiomas por el gramsciano Valentino Gerratana.

Sus dos libros más importantes que escribió Gramsci fueron Discursos sobre la primera década de Tito Livio, y los Cuadernos de la cárcel. Estos últimos constan de más tres mil páginas, en los que trata temas que hicieron avanzar al marxismo con ideas originales.

Unos meses antes de morir, hubo un gran movimiento intelectual, para que Gramsci saliera de la cárcel, solo que el dictador Mussolini, quería que el prisionero le pidiera “la gracia”. Jamás lo hace. Se niega terminantemente a pedir misericordia al fascismo, el enemigo identificado de clase. El 27 de octubre de 1934 sale en libertad condicional; y en abril recobra la libertad plena; va de clínica en clínica, va muriendo lentamente, hasta que sufre una última crisis aguda y fallece de una hemorragia cerebral el 27 de abril de 1937.

A pesar de su enfermedad, le escribió unas últimas líneas a su progenitora, “Queridísima mamá: Yo no hablo nunca del aspecto negativo de mi vida, en primer lugar porque no quiero ser compadecido: fui un combatiente que no ha tenido suerte en la lucha inmediata y los combatientes no pueden ni deben ser compadecidos cuando han luchado no por obligación sino porque ellos mismos lo han querido conscientemente”. Antonio.

En la década del ochenta del siglo pasado, siendo profesor de la FCPyS de la Universidad Autónoma de Chihuahua, asistí en su representación al un Foro sobe el pensamiento de Gramsci, en el que participaron los más estudiosos de su obra portentosa: Christine Buci-Glucksman, politóloga francesa; María Antonieta Macciocchi (epd) y Giuseppe Vacca, italiano; y Juan Carlos Portantiero (epd), sociólogo argentino. El foro se realizó en el auditorio “Ernesto Che Guevara” de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, desde entonces inicié mis estudios sobre el pensamiento de Gramsci y siempre quise ser considerado como gramsciano.