martes, 30 de noviembre de 2010

JOHN LOCKE (1632-1704)

JOHN LOCKE (1632-1704)

Ernesto Ortiz Diego


Situado en la corriente iusnaturalista del racionalismo y en la posición contractualista, pero bajo un signo distinto al de Hobbes: la democracia constitucional.

Es el teórico de la Revolución Inglesa de 1688, que acabó con el absolutismo político de los Estuardos y dio origen a la democracia parlamentaria.

Nació en Wrington, Inglaterra, 29 de agosto de 1632; falleció el 28 de octubre de 1704; considerado el padre del empirismo y el liberalismo moderno. Estudió en la Universidad de Oxford. Fue un pensador polifacético, estudio medicina, filosofía, teología, economía, fue también diplomático. Alcanzó renombre universal por haber sentado las bases del pensamiento filosófico liberal.

Su obra política fundamental es Dos Tratados sobre el Gobierno, publicada en 1690. En la primera parte hace una refutación de la doctrina absolutista expuesta por Filmer en El Patriarca. En la segunda, hace una construcción sistemática de doctrina política, que es considerada como la primera defensa del sistema democrático liberal. Trata de refutar a Hobbes, como teórico del absolutismo.

Doctrina política: Como los demás pensadores contractualistas, Locke habla de un primitivo “estado de naturaleza” (Cap. II, 2º. Tratado).

En este estado, los hombres se encuentran en perfecta libertad para ordenar sus acciones, posesiones y personas, dentro de los límites de la Ley natural. Esta ley es la razón, que establece la igualdad y castiga a quienes no la respeten.

Pero esta situación hacía que cada hombre fuese el juez de su propia causa y esto daba lugar a injusticias. Por ello fue necesario crear, por el acuerdo de todos, una sociedad política en la que debía residir el poder jurisdiccional. Su ejercicio quedaba encomendado a un grupo de personas. El poder sólo se ejercita –a diferencia de Hobbes- en la medida necesaria para preservar los derechos fundamentales de todos los hombres a la vida, libertad y propiedad.

El poder sigue siendo un atributo de la comunidad, no un privilegio exclusivo y absoluto de los gobernantes. Por ello, al conservar la comunidad política este poder de manera originaria, puede destituir a los gobernantes cuando abusen de su mandato. Existe, pues, la posibilidad del derecho de resistencia a la potestad tiránicas.

Como escribe el politólogo inglés Quentin Skinner, de la Universidad de Cambridge, Locke en los Dos Tratados de Gobierno Civil (1690), no sólo reivindica la legitimidad de la resistencia, enteramente en el lenguaje de los derechos y derechos naturales, sino que pasa a ubicar la autoridad de resistir en “el cuerpo del pueblo” y aun en “cualquier hombre” si es “privado de su derecho”. (Quentin Skinner, Los fundamentos del pensamiento político moderno, FCE, México, 1993).

Una generación antes que Locke produjera su defensa clásica del derecho del pueblo a resistir y a deponer a un gobierno tiránico, Oliverio Cromwell ya había considerado suficiente (según el informe de Gilbert Burnet) para tranquilizarse acerca de la legalidad de ejecutar al rey Carlos I, lanzarse a un “extenso discurso” acerca de la naturaleza del poder real, según los principios de Juan de Mariana y de Georg Buchanan” (Gilbert Burnet, I, p. 76).

La influencia de Locke. Fue muy grande en el sistema de gobierno de Inglaterra y en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la filosofía que animó a la Revolución Francesa.

Libros más importantes:

Ensayos sobre el gobierno civil (1660-1662)

Ensayos sobre la ley de la naturaleza (1664)

Ensayo sobre la tolerancia (1689)

Tratados sobre el gobierno civil (1689)

Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690)

Algunos pensamientos sobre la educación (1698)

Una vindicación de la racionalidad del Cristianismo (1695).

Epitafio en la Tumba de Hohn Locke. “detente viajero. Aquí yace John Locke. Si te preguntas qué clase de hombre era, él mismo te diría que alguien contento con su medianía. Alguien que, aunque no fue tan lejos en las ciencias, sólo buscó la verdad. Esto lo sabrás, por sus escritos. De lo que él deja, ellos te informarán más fielmente que los sospechosos elogios de los epitafios.

Virtudes, si los tuvo, no tanto como para alabarlo ni para que lo pongas de ejemplo. Vicios, algunos con los que fue enterrado. Si buscas un ejemplo que seguir, en los Evangelios lo encontrarás; si uno de vicio, ojalá en ninguna parte; si uno de que la mortalidad te sea de provecho, aquí y por doquier.

Qué nació el 29 de agosto del año de Nuestro Señor de 1632.

Y que falleció el 28 de octubre del año de Nuestro Señor de 1704.

Este epitafio, el cual también perecerá pronto, es un registro”.

domingo, 21 de noviembre de 2010

TOMAS HOBBES (1588-1679)

Ernesto Ortiz Diego

En 1651 Tomás Hobbes hizo publicar su libro más famoso El Leviatán, o La materia forma y poder de un Estado eclesiástico y civil, poco después habiendo terminado la guerra civil volvió a Inglaterra donde nació el 15 de abril de 1588 y falleció el 4 de diciembre de 1679.

El Leviatán era el nombre de un monstruo bíblico, una especie de demoníaca serpiente marina, el nombre de tal bestia fue usado por Hobbes para designar al Estado, según él, la autoridad del Estado es sin duda monstruosa, pero es lo único que nos protege de otro monstruo bíblico aún más terrible el Behemoth, figuración de la guerra civil.

La consecuencia que Hobbes deduce de su análisis de la naturaleza humana es que, siendo un Estado que ejerza su poder sobre todos, los hombres vivirían en guerra unos con otros, que en esta situación de guerra de todos contra todos, no hay ley ni justicia, ni nadie puede asegurarse el fruto de su trabajo, ni las condiciones de una vida confortable, es lógico, dice Hobbes, que el hombre quiera superar el estadio de la guerra de todos contra todos, pero la paz solo puede obtenerse mediante la organización de la sociedad.

Hobbes reconoce la existencia de las leyes éticas naturales, pero entiende que son sólo deseables y que sin la institución de un poder que pueda garantizar su cumplimiento carecen de efectividad, la convivencia de los hombres es posible solo mediante un artificio que consiste en establecer un pacto por el cual todos se obligan a transferir su derecho a gobernarse así mismos eligiendo a un hombre o asamblea que los represente.

Para Hobbes el soberano no puede nunca quebrantar el pacto, pues este se establece entre los súbditos unos con otros, y no entre él y cada uno de ellos, así los actos del soberano no pueden ser considerados injustos por sus súbditos, el soberano en tanto que garantiza el imperio de la ley no puede ser él mismo juzgado ni castigado, es él quien establece las normas que rige el orden de la sociedad y a él le corresponde juzgar, recompensar y castigar aunque lo haga arbitrariamente, el súbdito le debe su sumisión absoluta en tanto el soberano cumpla el fin para el cual fue revestido de poder.

Por su parte, el soberano debe procurar el bien del pueblo por medio de la instrucción y de las leyes, Hobbes va aún más lejos, y condena al soberano, o sea en la persona del rey, o de una asamblea que se niegue a instruir al pueblo.

Las últimas páginas del Leviatán plantean una serie de principios prácticos que alejarían según Hobbes, la posibilidad de guerra civil, que la justicia sea administrativa por igual a ricos y pobres, que se condenen las venganzas privadas, que los impuestos sean equitativos, que el Estado provea a la caridad pública, que los vagos sean obligados a trabajar y que el soberano seleccione buenos consejeros (asesores).

Aunque el argumento justificaba y defendía el poder absoluto del soberano, no fue recibido sin profundas sospechas por parte de los monárquicos, en primer lugar, para las ideas tradicionales, el rey era el dueño de vidas y haciendas de la nación toda, por voluntad divina y sólo debía rendir cuentas a Dios; Hobbes, en cambio, hacía residir la autoridad estatal en el acuerdo de los ciudadanos, planteaba que originariamente los hombres son iguales y libres, y que forman una sociedad por consentimiento común, los gobernantes son aquellos a quienes los que componen la sociedad han confiado el poder y la dirección para el bien de la comunidad y de cada uno de sus miembros.

En segundo lugar, el soberano tal como lo presentaba Hobbes, podía ser tanto un monarca como una asamblea indistintamente, y eso resultaba sospechoso para los realistas. Finalmente, el sometimiento a la voluntad del soberano, para Hobbes debía ser total, si, pero siempre y cuando el soberano estuviese en condiciones de garantizar la seguridad y el orden social, en caso contrario, resultaba válido reemplazar al gobernante. Los monárquicos no dejaron de advertir que el punto de vista de Hobbes justificaba la existencia de todo gobierno fuerte y autoritario aunque no se tratase del rey, de hecho, luego de la guerra civil, el filósofo manifestó su adhesión a Oliverio Cromwell, protector de la república de Inglaterra y jefe de la revolución que hizo perecer al rey Carlos I en el cadalso.


eodiego@yahoo.com.mx

jueves, 11 de noviembre de 2010

MEMONRÁNDUM DE MAQUIAVELO

El título Memorándum de Maquiavelo, son los secretos de Niccolo Machiavelli, autor de El Príncipe, es algo así como un catálogo de consejos para los gobernantes que quieren mantenerse en el poder sin escrúpulos, sin demasiados principios y teniendo presente las propuestas: “el “fin justifica los medios”. Y “Es mejor ser temido que amado”.

En esta biografía, se destaca la participación de los especialistas en filosofía política, en particular a Quentin Skinner, profesor de la Universidad de Cambridge y autor del libro Los fundamentos del pensamiento político moderno.

Originario de Florencia, Italia; secretario y embajador de la República Florentina. Nació en 1469 y falleció en 1527. Sagaz observador de las realidades políticas de su tiempo y a la vez enamorado de la Historia. Famoso por su libro El Príncipe.

El ejercicio diario de la política ahora, es tan falto de escrúpulos, tan agresivo, tan destructivo como lo fue en la época de Maquiavelo y tal vez aún más. El Príncipe.

Maquiavelo fue hijo de un abogado, creció en Florencia y por lo que sabemos fue enviado a estudiar con el mejor maestro del período Renacentista; la primera vez que se hace presente en la política de Florencia, es en la época de influencia de Jerónimo Savonarola (1452-1498), predicador dominicano, comparable a Willy Graham de la actualidad, de oratoria fogosa y exaltada, un motivador de multitudes, de gran convicción cuando afirmaba que Florencia sería una ciudad de lujuria, de vicios, de placer; si los florentinos no ratificaban y volvieran a los caminos de Dios, la ciudad estaría perdida.

Pero el puritanismo y la independencia del régimen, irritaba al papado lo suficiente para que Savonarola fuera arrestado y quemado en la hoguera en los primeros meses de mayo de 1498. La primera carta que conocemos de Maquiavelo, se refiere a la caída de Savonarola, a quien detestaba profundamente, insistía que era un hipócrita. Aparece en las páginas de El Príncipe como el “profeta desarmado”, y la moraleja es que el profeta desarmado tendría que sufrir.

Savonarola fue ejecutado, y cuando se efectúan nuevos nombramientos, el joven Maquiavelo de 29 años de edad es elevado a una posición privilegiada. Es nombrado Segundo Canciller de la República, y en ese puesto, se convierte en Secretario del llamado Diechi, el encargado militar quien manejaba las relaciones exteriores de la republica florentina.

Maquiavelo tenía una enorme inteligencia, un estilo que denotaba gran conciencia del poder de la palabra; un hombre que amaba la antítesis; un hombre al que le gustaba impactar con las palabras que usaba, en los sentimientos que expresaba; le agradaba afectar a las demás personas, como sucedió con Savonarola.

Es un hecho muy impactante que Maquiavelo casi nunca se refiere al arte de su época, El Renacimiento, y sin embargo, al hombre a quien dedicó su libro El Príncipe, Lorenzo de Medici, es el Médici cuya estatua fue esculpida por Miguel Ángel.
“De todos los hombres que he conocido, El Príncipe es el que más se acerca a personificar el desnudo ideal del poder, fue el Duque de Valentino, César Borgia”, El Príncipe.

Maquiavelo admiraba a César Borgia, principalmente porque vio en él, un hombre resuelto y determinado quien no se detenía ante nada para lograr sus fines. El fin justifica los medios.

“Aprendí en mi época que no hay amistades en la política, todos somos tiburones merodeando, esperando rastros de sangre en el agua. Uno puede afirmar con certeza sobre los hombres que son muy ingratos, además mentirosos y engañosos, evitan el peligro y codician el poder, mientras los trate bien serán suyos, pero cuando están en peligro se volverán contra usted”. El Príncipe, capítulo XVII.

Cuando Florencia es derrotada por España, los Médicis se fueron al exilio, Maquiavelo fue implicado de haber colaborado con el enemigo, sin que se hubiera aclarado su posible participación en el complot; al regresar los Médicis al poder de Florencia, Maquiavelo fue despedido el 7 de noviembre de 1512, fue enviado a prisión y ahí torturado con la garrucha, el torturado es elevado a cierta altura y luego se le deja caer rompiéndole los huesos, era costumbre hacerlo 6 veces, pero parece que a él se lo hicieron varias más, porque creían que él tenía información no revelada. Es importante recordar que un día fue Segundo Secretario de la Cancillería de Florencia y al día siguiente estaba en una cárcel siendo torturado.

Mquiavelo fue liberado en marzo de 1513, se retiró de inmediato a su pequeña propiedad en la aldea de San Andrea, en Percusina a diez kilómetros al sur de Florencia, es ahí donde comienza a escribir desde 1513 hasta su muerte en 1527, con una prosa ágil y clara, escribió 8 libros, los más importantes son: El Príncipe y Discursos de la primera década de Tito Libio.

En forma reiterada Maquiavelo escribe: “He perdido el único propósito de mi vida, no soy de utilidad para nadie. No puedo servir a mi país ni a mi mismo. No hago algo que tenga importancia”. Además escribe: “No me importaría que me emplearan como sirviente, pero debo regresar a la política”.

La agonía que sufrió Maquiavelo cuando dejó su cargo, era el estar siempre en espera del “llamado”, una agonía que comparten muchos políticos, un “llamado” que posiblemente nunca llegará…

Como escribe la doctora Soledad Loaeza, politóloga de El Colegio de México, muchos son los políticos que pueden ser considerados maquiavélicos, porque pueden recurrir prácticamente a cualquier medio con tal de acceder al poder y sobre todo mantenerse en él. Una política sin escrúpulos, una política sin piedad, ni misericordia.

eodiego@yahoo.com.mx

martes, 9 de noviembre de 2010

ARISTÓTELES Y LA DIVISIÓN DE PODERES

El filósofo Aristóteles nació en el año 384 a.C., en la ciudad de Estagirita, Grecia, por eso le llamaban el Estagirita, fue discípulo de Platón; el rey Filipo II de Macedonia convocó a Aristóteles para que fuera profesor de su hijo de 13 años que más tarde sería el rey Alejandro Magno. Fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó filosofía hasta su muerte en 322 a.C.

Según Aristóteles nuestros conocimientos primero parten de los sentidos, de la experiencia, y una vez que los hemos captado en nuestro conocimiento sensible, nuestra inteligencia puede realizar una tarea de abstracción siempre desde esos datos sensibles.

Puesto que el pensamiento de Aristóteles partía de la observación, su primer problema fue el del cambio; el pensamiento anterior había opuesto el cambio al ser. En cambio Aristóteles acuñó la noción del ser en potencia que no es un no ser y tampoco un ser pleno lo que en la terminología aristotélica se denomina ser el pacto.

En esta noción le permitió explicar el cambio como un paso del ser en potencia al ser en acto. La semilla se transforma y da lugar al árbol porque la semilla es ya el árbol pero sólo en potencia y con el tiempo si las circunstancias les son propicias va actualizándose.

Lo sostenido por la sustancia explica Aristóteles en su metafísica son los accidentes, una silla puede ser más vieja o más nueva, más clara o más obscura, pero seguirá siendo lo que es.

No se trata de ver en qué consiste la virtud al estilo socrático-platónico, de preguntar que es la virtud en sí, sino más bien de encontrar la manera de hacernos virtuosos y para ello además del buen ejemplo es muy importante el hábito, la práctica, porque la formación del carácter, el ethos se realiza a partir del hábito.

La ética aristotélica es una ciencia de la prudencia y de la convivencia que muestra el carácter eminentemente práctico del filósofo.

Filosofía política

Para Aristóteles la política es el prototipo de toda capacidad humana, ya que su objetivo es la vida feliz y digna de los ciudadanos.

La finalidad del Estado es la promoción de la virtud y la felicidad de los ciudadanos. En este sentido, la política es la continuación y la culminación de la ética.

La política es la ciencia del bien, más deseable y de los medios para obtenerlo. Es el bien más deseable en la vida noble y feliz.

Los sofistas predicaban que los principios de la vida social son meramente convenciones y contrarios a la naturaleza.

Aristóteles sostuvo en cambio que el hombre por su propia naturaleza, es un animal político destinado a convivir con otros hombres en el ámbito de la polis.

Los sofistas afirmaban también que el Estado surge artificialmente de un contrato que restringe la libertad de cada uno en defensa de sus intereses mutuos.

Aristóteles mostró que nadie es libre ni plenamente humano fuera de la comunidad política y que ella no se organiza solo en torno de necesidades comunes, sino también por objetivos compartidos entre sus integrantes.

Todos estos temas fueron redactados en forma provisional y fragmentaria por Aristóteles en 8 capítulos que fueron revisados y ajustados una y otra vez por el filósofo hasta que finalmente los agrupó en un tratado conocido con el nombre de Política.

Aristóteles expuso en su libro la Política la teoría clásica de las formas de gobierno, retomada por Montesquieu en su libro El Espíritu de las Leyes publicado en 1748.

La célebre teoría de las seis formas de gobierno se basa en el fin del régimen político (bien común o bien particular). Los regímenes políticos que buscan el bien común (puros) son:

• Si gobierna una sola persona: monarquía
• Si gobiernan pocas personas: aristocracia
• Si gobiernan muchas personas: república.

Y las degradaciones de estos regímenes políticos se traducen en:

• La degradación de la monarquía es la tiranía
• La degradación de la aristocracia es la oligarquía
• La corrupción de la democracia es la demagogia.

La biblioteca del Liceo contenía una colección de 158 constituciones, tanto de estados griegos como extranjeros. El propio Aristóteles escribió la Constitución de Atenas como parte de la colección, obra que estuvo perdida hasta 1890, año en que recuperada. Los historiadores han encontrado en este texto muy valiosos datos para reconstruir algunas fases de la historia ateniense.

eodiego@yahoo.com.mx

miércoles, 3 de noviembre de 2010

RECORDANDO A SÓCRATES

“Estáis equivocados al créis
acallar con ejecuciones
la voz de quienes os censuran…” Sócrates.

Mis lectores deben saber que para mi, Sócrates es el filósofo del mundo griego, una experiencia fundamental del conocimiento humano, un hombre perseguido, acorralado, en el momento final de su existencia, cuando sus alumnos, entre ellos Platón, le decían que escapara de la cárcel en el momento en que no tenía nada más que la muerte, prefirió quedarse, prefirió ser el hombre comprometido con su tiempo, quiso aprender una nueva canción, quiso aprender un nuevo arte, a tocar la flauta.

Nació en Atenas, Grecia en 470 y falleció en 399 a.C., fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo; los tres son los representantes fundamentales de la filosofía griega.

Enemigo de la apariencia engañosa y de la mentira. Combatió la corrupción de las inteligencias y de las costumbres. Atacó a los sofistas poniendo de relieve la inanidad de sus argumentos y la vacuidad del programa de vida que propugnaban.

Utilizó la mayéutica. Demostraba previamente la falsedad de las opiniones vulgares usando una fina ironía. Buscaba alcanzar la verdad y para ello proponía a sus discípulos la práctica del principio: conócete a ti mismo. Sobre esta base impugnó el relativismo y el escepticismo de los sofistas. Dio su vida por la verdad.

Enseñanzas socráticas. Fue el fundador de la Ética como disciplina filosófica. La virtud se identifica con la sabiduría. El mal sólo lo hacen los ignorantes. El ideal de la vida consiste en someterse incondicionalmente al Estado y obedecer en todo sus prescripciones. Política y Ética marchan de la mano. Se establece, por primera vez, una Filosofía Moral del Estado y la necesidad de postular ideales políticos como deber de los ciudadanos.

Entre los numerosos filósofos había uno, Sócrates, un solitario, que se diferenciaba fundamentalmente de los demás. Otros maestros de cierto prestigio exigían altos honorarios; él no recibía dinero alguno de sus discípulos, sino que vivió toda su vida pobre y lleno de deudas. Incluso llegó a negar “que el fuese en modo alguno un maestro” y juzgó escépticamente su propia sabiduría, afirmando que era un sabio simplemente porque si no sabía alguna cosa, no presumía saberla.

Sócrates dudó toda su vida de los valores establecidos y luchó por una nueva verdad, fue considerado por los gobernantes reaccionarios de la época como un enemigo irreconciliable. Porque no hay acero ni explosivo que parezca tan peligroso a los poderosos oligarcas como la verdad.

Guerras y revoluciones pasaron, Atenas fue derrotada frente a Esparta. Pero la restauración estaba en plena marcha. Para dominar la inseguridad interna los atenienses buscaron apoyo en la religión.

Atenas vivía el esplendor superficial de un milagro económico y los ciudadanos se encontraban de nuevo enriquecidos. El que había sido belicista se distinguía ahora como defensor de la paz: el que antes, como revolucionario, condenara a los generales victoriosos, se caracterizaba ahora por sus tendencias moderadas; el que en otros tiempos se burlara de los dioses se hacía el piadoso, y el que un día pactó con los tiranos era el primer luchador de la oposición.

Sólo hubo un hombre que no cambió de opinión en medio de aquel ambiente: Sócrates, que una vez más se movió entre todos, pobre y descalzo, despreciando el valor superficial de aquella prosperidad ostentosa.

No es de extrañar, pues, que muchos le odiasen. Ahora los enemigos de Sócrates debían rematarlo con un golpe recurriendo a nuevas acusaciones. Tres hombres perversos levantaron pública acusación contra el filósofo, que ya tenía por entonces setenta años de edad. A la cabeza de ellos estaba Anytos, un curtidor de pieles recientemente enriquecido con gran influencia en el partido demócrata. Lykon, el retórico demagogo. Y Meletos, portavoz de los tres facciosos, que pusieron gran empeño en la persecución de Sócrates y de las
ideas por él defendidas.

Como se trataba de un delito concerniente a la religión del Estado, pero que también, según el criterio de los atenienses, afectaba a la seguridad nacional, Sócrates tuvo que presentarse ante el tribunal popular compuesto de 501 jurados, que era el encargado de velar por la seguridad del Estado.

La pena estaba decidida: la muerte por medio de la cicuta. En su tercer discurso, Sócrates se dirige por última vez a sus jueces y proclama verdades de sorprendente resonancia universal:

“Estáis equivocados si créis acallar con ejecuciones la voz de quienes os censuran. Este procedimiento no es eficaz ni útil. Lo mejor y más bello consiste, no en reprimir a los más, sino en ordenarse uno mismo de tal forma que llegue a ser lo mejor posible”.

Y al final, estas palabras de despedida:

“Ya ha llegado la hora de marchar lejos de aquí; yo, para morir, vosotros para vivir. Pero el saber quien de nosotros camina hacia mejor suerte, es un secreto para todos, menos para los dioses”.

El teólogo San Agustín define en su libro Ciudad de Dios al pagano Sócrates como “el sabio que adivinó la verdad eterna”.

eodiego@yahoo.com.mx

SE COLGARON DE NUESTROS HÉROES

El ser visto y apreciado como el “próximo gobernador de Guerrero”, mueve innumerables resortes políticos, económicos y sociales. La promesa de futuro es tan atractiva y excitante como para estremecer no sólo a la plana mayor del priismo y del perredismo, sino a los más conspicuos representantes de la sociedad que cuenta.

Los dos candidatos más fuertes se colgaron de nuestros héroes en sus aperturas de campaña, Manuel Añorve Baños, el priista aliado con el Partido Verde y el Panal le hizo honor al Generalísimo José María Morelos, autor de los Sentimientos de la Nación, en Chilpancingo; posteriormente, al General Vicente Guerrero, Consumador de nuestra Independencia Nacional, en Tixtla.

Ángel Aguirre Rivero, el otro priista, aliado con el PRD, Convergencia y el PT, abrió su campaña en Teloloapan, también para rendirle homenaje al General Vicente Guerrero, porque en la Región de la Montaña el héroe tixtleco fue el último bastión de la lucha por la Independencia de México durante 7 años con fuertes combates apoyado por dos valientes guerrilleros: Juan del Carmen y Pedro Ascencio de Alquisiras, quienes se enfrentaron contra los realistas leales a la corona española, y fue en Acatempan en 1821 donde se dio el abrazo entre Guerrero y Agustín de Iturbide para lograr la pacificación y negociaron la Consumación de la Independencia.

Para decirlo distinto: Aguirre y Añorve, mostraron sus músculos, el primero en Teloloapan y el segundo en Tixtla, los dos tienen capacidad de convocatoria, porque el día 3 de noviembre, en el arranque de sus campañas, convirtieron a estas dos ciudades en el corazón político de Guerrero; los dos hasta ahora son factores de unidad; todavía no se polarizan los dos grupos políticos; pero lo que si es cierto, “aún no ha muerto el rey, porque le faltan 5 meses para que se vaya, y hay quienes gritan ya que viva el posible nuevo rey”.

No olvidemos que hay un tercer candidato, Marcos Efrén Parra, postulado solamente por el PAN, fue alcalde de Taxco, un candidato hasta ahora testimonial.

Aguirre y Añorve, son de la misma cuna, el PRI y la Costa Chica, los dos saben, del regreso cosmético de los viejos usos del poder, con el colorido, el confeti, el carro descubierto, los acarreados, la demagogia, la cargada, el besamanos…

En síntesis, muchas señales políticas se pudieron ver y escuchar el miércoles 3 de noviembre, los dos discursos, estuvieron cargados de infaltable futurismo: vamos hacia delante, sin promesas que no se puedan cumplir, no a la restauración del viejo régimen, ahora el arropamiento es de la sociedad civil, con la sociedad que cuenta, vamos, dicen, más allá de los partidos políticos. Sin embargo, la auténtica sociedad civil se encuentra ausente en los dos proyectos más importantes.

En los dos eventos, en fin, se pudieron observar muchas de aquellas viejas imágines rituales: la cargada, el tropel de búfalos, los rostros sudorosos y

descompuestos, el brillo de los próximos cuatros años y medio en los ojos y la sonrisa en el momento del abrazo, el tráfico suspendido que exhibe la rendición urbana, las muestras de “simpatía” que prodigan rostros, vestuarios y dulces típicos…

En las dos campañas, los dos partidos con mayor presencia en Guerrero, los políticos guerrerenses no están coordinando ambas campañas, a los priistas y perredistas autóctonos los hicieron a un lado; por parte de Añorve la coordinación de campaña está a cargo del CEN del PRI, que preside Beatriz Paredes Rangel, tlaxcalteca; y en la campaña de Aguirre, el coordinar de su campaña es Jesús Ortega Martínez, a través de Jesús Zambrano Grijalva, oriundos de Aguascalientes y Sonora, respectivamente, los dos de Nueva Izquierda del PRD. Es decir, todo parece indicar que los políticos guerrerenses, carecen de capacidad y experiencia política para coordinar campañas de gobernador.

En suma, la conmemoración del Bicentenario del Grito de Independencia, también tuvo espacio en la apertura de campaña de los candidatos que postulan los lemas “Guerrero Nos Une” (Aguirre); y “ Tiempos Mejores Para Guerrero” (Añorve).

eodiego@yahoo.com.mx

lunes, 1 de noviembre de 2010

RECORDANDO A PLATÓN

A partir de esta primera entrega me he propuesto escribir una colaboración semanal de los teóricos sociales, iniciando con uno de los tres filósofos de Grecia, con el propósito de elevar la cultura política en el presente proceso electoral de gobernador de Guerrero: 2010-2011.

Platón nació en Atenas en el año 427 a.C., en el seno de una familia aristocrática, fue testigo de la guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta en la que llegó a combatir y también de la decadencia ateniense sacudida por una oligarquía primero y por una democracia populista después.

Platón era discípulo de Sócrates de quien había heredado la búsqueda conceptual y la exigencia ética, pero Sócrates fue víctima de acusaciones absurdas y finalmente fue condenado a suicidarse mediante envenenamiento con cicuta.

Preocupado por la crisis moral y política ateniense, Platón puso todas sus energías en tratar de establecer entre sus conciudadanos un ideal de justicia y de respeto por la verdad.

Para ello fundó su célebre academia destinada a enseñar la reflexión filosófica a los futuros políticos y gobernantes, y escribió un gran número de bellísimos Diálogos donde abordaba diferentes problemas filosóficos.

En la Academia de Atenas, es donde fue maestro de Aristóteles. Su verdadero nombre fue Aristocles, y su seudónimo era “Platón” que significaba el de espalda ancha, debido a que en su juventud fue atleta. A los 21 años pasó a formar parte del círculo de Sócrates y de acuerdo a sus propias palabras, estuvo presente durante su juicio, pero no en su ejecución.

En el año 388 a.C. viajó a la poderosa ciudad de Siracusa, invitado por su ex alumno Dión, donde pretendió influir en el gobierno tirano de Dionisio el Viejo, pero fracasó en tratar de convertirlo en un rey filósofo y regresó a Grecia. Cuando muere el rey tirano, su hijo Dionisio el joven hereda el poder, y su amigo de Platón, Dión estaba convencido de que el nuevo rey se sentía interesado por la filosofía y deseaba comportarse de manera justa. Todo lo que necesitaba según el punto de vista de Dión, era recibir una buena instrucción y nadie mejor que el mismo Platón para ofrecérsela directamente. Suplicó a su viejo maestro que volviera a visitarlo y Platón, venciendo serios recelos, partió seducido por Siracusa regresó en los años 367-365 y 361 a.C.

En política, no es vergonzoso fracasar o morir, mientras se consiga permanecer libre del impulso hacia la dominación. Dionicio el joven no pudo nunca entender este sencillo principio. Sobrevivió para vivir en el deshonor, mientras Dión recibió una muerte gloriosa, leal a la verdad y a su ciudad. Y Platón tuvo que regresar a Grecia sin haber transformado a Dionicio II en rey filósofo. Platón y Dión, creyentes en la filosofía, esperaban en resumen, combatir la tiranía con la palabra y no con la espada.

Platón terminó ocupándose en sus primeros diálogos muy a la manera de Sócrates de problemas éticos concretos y terminó alzándose en sus diálogos de vejez hasta la cuestión de la estructura misma de toda la vida.

Con la democratización creciente de la polis griega, el discurso político tuvo cada vez más importancia, quien podía argumentar eficazmente a favor de sus opiniones e intereses era capaz de obtener apoyo y consenso, la oratoria se convirtió en una herramienta apropiada para acceder al poder, y ciento de ciudadanos estaban dispuestos a pagar para que se les enseñase tal habilidad.

Surgieron así los sofistas, maestros itinerantes que entre cosas, enseñaban a hablar en publico, su influencia fue muy importante, y algunos como Protágoras y Georgias fueron especialmente famosos.

En el último de sus diálogos titulado las leyes, abandonó la noción de la idea del rey filosófo y confió a la organización legal lo que ya no podía esperar la sabiduría de los reyes.

Este es el diálogo más extenso, un diálogo donde Platón ofrece un segundo modelo de Estado después de la República, pero un modelo pautado exclusivamente por leyes a diferencia del modelo de los diálogos medios donde importa sobre todo que los filósofos gobiernen y pareciera que la ley ocupa un lugar secundario.

En su último diálogo Platón deposita la esperanza de un orden justo y armonioso en el adecuado ordenamiento jurídico.

eodiego@yahoo.com.mx