lunes, 26 de abril de 2010

ALTERNANCIA EN TIXTLA: INEFICIENCIA Y CORRUPCIÓN

La ineficiencia y la corrupción son dos conceptos que van de la mano, son indisociables, estas dos proposiciones que avergüenzan a cualquier sociedad, desafortunadamente han estado presentes en la mayoría de los alcaldes que ha tenido Tixtla en los tiempos más recientes, a pesar que ha existido alternancia política: PRI y PRD, se han ido alternando en el poder y el resultado es el mismo: ineficiencia y corrupción.

En 1999, el PRD conquistó por primera vez la presidencia municipal de Tixtla, el profesor Jorge Vargas Alcaraz, un antiguo socialista que siempre había buscado la alcaldía, por fin se le hizo, derrotó a Violeta Campos Astudillo, ex diputada local del PRI. Cuando faltaban escasamente 20 días para terminar su periodo, al viejo perredista el Congreso le revocó el mandato por corrupción, aunque él siempre dijo que estaba limpio de culpas, que los corruptos habían sido sus colaboradores.

Nuevamente la sociedad tixtleca buscó la alternancia, quiso que el PRI regresara al poder, un arquitecto, se dijo que era el indicado, y que como era rico no tenía necesidad de robar, Edgardo Astudillo Morales resultó ser el triunfador, se esperaba mucho de él, la gente decía que si era exitoso en su negocio como gasolinero, también podía ser exitoso como alcalde. Pero la realidad era otra, él estaba prácticamente en quiebra, debía mucho dinero porque tenía en construcción una gasolinera en Chilpancingo, cerca de Macdonald, y la que tenía en Tixtla era pequeña, además sigue en foco rojo por Profeco; pero la alcaldía en tres años le resolvió sus deudas y al final del trienio (2002-2005) salió con tres gasolineras más.

Para el 2005, los tixtlecos ya no querían saber nada del PRI, otra vez buscaron la alternancia, impulsaron la candidatura de Rogelio Nava Peralta, era un candidato externo del PRD, pero con el mismo error, es un mueblero rico y en consecuencia, no tenía necesidad de robar, el resultado también fue el mismo: ineficiencia y corrupción, además, nunca convocó a un cabildo abierto en los tres años de un pésimo trienio, lo que ameritaba la revocación de mandato.

En el 2008, el regreso al PRI, el profesor Jorge Luis Campos Espíritu, cuñado de Edgardo Astudillo Morales, después de buscar en tres ocasiones la presidencia municipal por fin la logró, decía a los cuatro vientos, que él se había preparado para el ejercicio del poder, sus estudios son de profesor normalista rural egresado de la Escuela Normal de Ayotzinapa, aunque yo no se de donde le viene la preparación en ciencia política, administración pública o sociología, porque un profesor rural no adquiere ninguna formación académica para ser un político profesional; son otros tiempos.

A un año y casi cuatro meses que lleva Jorge Luis Campos Espíritu en la presidencia municipal de Tixtla, lo único que ha enseñado es demagogia, negligencia, ineficiencia, corrupción, nepotismo (sus hermanos están en la nómina) y dispendios de miles de pesos a pseudoperiodistas faltos de ética por su misma condición, para que “le cubran” sus corruptelas y con la utopía que le provoca su alcoholismo desmedido de que llegará a la diputación local y hasta le provocan sueños de grandeza con la gubernatura para el 2017.

El periódico Novedades Chilpancingo, ha ido documentado muchas fechorías que ha cometido el famoso “Temo”, incluso ha publicado a 8 columnas: “Embargarán dinero de presupuesto a Tixtla” (21 de abril), y “Embargarán casa de Temo por deuda de su esposa” (22 de abril), a raíz de la corrupción por el mal manejo del fertilizante, lo que provocó que campesinos de varias comunidades que fueron afectados desde el 2009 a la fecha, le tomaron la presidencia el martes 13, seguidamente, fueron reprimidos por alcalde los estudiantes de Ayotzinapa por haber apoyado a los campesinos.

En relación al fertilizante según el Comité de Planeación del Gobierno del Estado de Guerrero (Copladeg) “Temo” desvió 5 millones 887 mil 995 pesos en el 2009; y en este 2010, pretende quedarse con 6 millones 300 mil pesos. Finalmente, a los dos últimos alcaldes Edgardo Astudillo Morales (PRI), Rogelio Nava Peralta (PRD), el Congreso no le aprobó sus cuentas públicas y todo indica que tampoco le aprobará a Jorge Luis Campos Espíritu (PRI), por corrupción.