viernes, 28 de marzo de 2008

LA HUELLAS DE LAS TRAMPAS EN EL PRD

El daño está hecho. La crisis actual en el PRD no tiene una salida óptima. Aun si el conflicto poselectoral se soluciona “por los causes institucionales” ---un arreglo basado en la división estatutaria de la Presidencia y la Secretaría general, verdadera cláusula de gobernabilidad partidista contenida en el artículo 13 de los estatutos---, nada borrará las huellas de las trampas y trapacerías de antes, durante y después de la elección del domingo 16 de marzo; ni la excepcionalidad del método perredista ---más democracia interna que todos los otros partidistas--- ni, mucho menos, el argumento risible de los “casos aislados”.

A la letra, el artículo 13, fracción 5, de los Estatutos del Partido de la Revolución Democrática señala: “La elección de la presidencia y la secretaría general en los distintos niveles de dirección del Partido se realizará por voto directo y secreto, a través de fórmulas integradas por una candidatura para cada cargo. Ocupará la presidencia quien obtenga la mayoría relativa de los votos; ocupará la secretaría general quien obtenga la mayoría relativa de los votos. Pero si la fórmula de la primera minoría obtiene más de la mitad de los votos alcanzados por la mayoría, ocupará la secretaría general quien haya participado en la candidatura a la presidencia de dicha fórmula o en su defecto, quien haya sido candidato a secretario general de la misma”.

¡ Fraude ya, simulación para todos ! La hiperdemocracia sin demócratas suele crear monstruos en esas organizaciones monopólicas del acceso al poder público que son los partidos nacionales. Ninguna sorpresa en el caso perredista. El último ideólogo de la derecha, Carlos Castillo Pereza, resultó profeta: el PRD está condenado a recomponer los viejos usos, vicios y contrahechuras del poder priista. Solo que, habría que agregar, con la paradoja marxista de la repetición de la tragedia como farsa ---para el anecdotario, se debe registrar la nueva aportación perredista al catálogo de nuevos y viejos usos de la defraudación electoral: la casilla fantasma: es decir, un centro de votación no instalado pero del que se tienen actas con votos registrados.

Ya se sabe: el fraude intestinal es moneda corriente en el Partido de la Revolución Democrática. Fiel a su espejo, como en 1996, 1999 o 2002 la renovación total de cuadros dirigentes resulta una farsa salvaje, sin orden ni concierto por la carencia de un aparato electoral preparado, una cultura política corrupta, rebasada por una disputa descarnada.

Lo saben desde la izquierda alternativa y moderna, el viejo PRI, el PAN de Calderón-Marínez Cázarez y hasta organizaciones sindicales, universitarias y civiles: el control sectario del membrete bien vale un buen pleito, sin atenuantes o tiquismiquis democráticos. Es este sentido, solo en este; se atenúa lo ocurrido en el PRD: en todos lados se cuecen habas.

Sucede que, ahora, el PRD se puso de a pechito al cumplir el más malo de los augurios y, naturalmente, las lacras y vicios exhibidos son explotados por malquerientes y adversarios. “Organizan un gobierno legítimo para la nación y ni siquiera se gobiernan a sí mismos”, se ufana Germán Martínez, el presidente nacional del PAN tan legítimo como producto de una candidatura única, denunciada por sus adversarios como “impuesta”.

Al PRD los tintes bravucones, excluyentes y polarizantes lo llevaron a la piedra de los sacrificios: fractura, escisión, refundación, “divorcio civilizado” ---metáfora cortesía de José Ortiz Pinchetti---, son los fantasmas que gravitan en la perspectiva inmediata del partido. Piedra y coyol como escribí en mi artículo anterior.

Si Jesús Ortega se queda con la dirigencia nacional se abre el escenario de la escisión. Difícilmente sucedería en el caso contrario, ¿ Qué les quedaría a los Chuchos después de la renuncia a la estructura, la burocracia y las prerrogativas?: ¿Los denominados Chuchos han pagado caro su propósito de aferramiento a la burocracia. Lo suyo no es ni el movimiento social ni la izquierda cultural y se aferran a una ridícula expresión partidista basada en los negocios políticos de facción que palidecen la obra de Rafael Aguilar Talamantes: Burocracia ya, fraude para todos.

PIEDRA Y COYOL EN EL PRD

Simulación y exceso. Estos son los términos que definen, con toda exactitud, la elección perredista del domingo 16 de marzo para renovar dirigencias nacional y estatales. Lo primero, por lo que hace el carácter del proceso comicial: una auténtica farsa hiperdemocrática, sin orden ni concierto, primitiva en su concepción y salvaje en la ejecución de la puesta en escena. Lo segundo, por lo que se refiere a la conducta y proceder de los contendientes: marrullería, deshonestidad, falta de escrúpulos y abuso de poder como sucedió aquí en Guerrero para imponer a Misael Medrano Baza en la dirigencia local.

Fiel a su espejo diario; a las contrahechuras que produce la disciplina corporativa y el indigno manejo de las miseria populares y ciudadanas; a la falta de ética en el ejercicio de la función pública de que hacen gala sus gobernadores, funcionarios y legisladores, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) volvió a mostrarse de cuerpo entero en una elección desaseada, pletórica de irregularidades, impresentable en los mismos parámetro de la legalidad interna e indefendible desde la más indulgente mirada democrática.

Batalla de malos contra peores, de taimados operadores a la sombra ---Nueva Izquierda y aliados--- contra fresquísimos maniobreros de la red clientelar ---Izquierda Unida y el archipiélago lopezobradorista---, en el encontronazo protagonizado por Jesús Ortega y Alejandro Encinas los perredistas ratificaron su inclinación natural por los viejos usos de la defraudación electoral: padrón inflado y rasurado; robo y falsificación de boletas; violencia para impedir la instalación de casillas e inhibir el sufragio; acarreo de sufragantes, compra y coacción del voto; quema de urnas; propaganda ilegal, uso de recursos públicos, condicionamiento de programas sociales, movilización corporativa de empleos de gobiernos y municipios (tan “voluntaria” como que en ello les va el salario).

Un catálogo fascinante y estremecedor, éste de la subcultura del fraude, en el que se diluye toda diferencia real o supuesta entre la “izquierda dialoguista” y “socialdemócrata” ---Jesús Ortega, Los Chuchos, los Arce, Zavaleta, Círigo--- y la “izquierda radicalizada”, “intolerante”, “rijosa” ---Encinas, López Obrador, Ebrard, Padierna. Cuestión de estilos, de retórica blanda o retadora, de “amarres” y apoyadores, que a final de cuentas terminan disolviéndose por el efecto igualitario de la desvergüenza política. Es decir: el despliegue abierto, a plena luz del día, sin rubor ni cargos de conciencia, del más puro realismo gansteril, democráticamente incorrecto pero muy redituable políticamente.

Porque no hay otra forma de leer los resultados obtenidos por una y otra banda en sus respectivos bastiones: el rudo Encinas supera al contrincante por 33 mil votos en Tabasco, 22 mil en Zacatecas, 90 mil en el Distrito Federal, 32 mil 839 votos en Guerrero (Jesús Ortega Martínez (únicamente 27 mil 796 a pesar del enorme apoyo que tuvo por parte del gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo); mientras que Jesús Ortega lleva la virtud “dialoguista” a territorio tricolor y rebasa por 57 votos en Chiapas, 60 mil en estado de México y 19 mil en Oaxaca.

No hay casillas zapato porque Dios es grande y la gula es pecado. Pero la lógica es la misma del priismo en los primeros años de la “competencia” testimonial de las oposiciones: arrasar al enemigo en enclaves controlados (los legendarios “graneros” electorales) con el propósito de equilibrar las pérdidas obligadas, necesarias para taparle el ojo al macho, en zonas liberadas del dominio caciquil.

Guerra de titanes, demiurgos y alquimistas que no podía sino terminar mal, más que mal, peor y de malas, habida cuenta el potencial creativo y destructor de unos y otros. Chocaron piedra y coyol y las chispas generadas en la primitiva conflagración amenazan con incendiar el cobertizo de paja seca que ha dado protección, abrigo y poder adquisitivo a generales, subtenientes y soldados rasos en esa ingobernable confederación de sectas amparada bajo el sol azteca.

domingo, 23 de marzo de 2008

JUAREZ Y LINCOLN, VIDAS PARALELAS

La innata sabiduría y humanidad tanto de Benito Juárez como de Abraham Lincoln, hicieron de los dos en su tiempo, los más grandes presidentes de sus respectivas naciones: México y Estados Unidos. Los dos estudiaron derecho y contemporanizaron como presidentes de sus países, el mexicano fue titular del poder ejecutivo de 1858 a 1872, y el segundo de 1860 a 1864, en este último año el político estadounidense fue asesinado por un fanático esclavista.

Juárez era únicamente 3 años mayor que Lincoln. Si Juárez viviera tendría 202 años, el 21 de marzo, es el aniversario de su natalicio que los mexicanos, venturosamente celebramos; en tanto que Lincoln tendría 199 años.

El héroe mexicano, alguna vez le escribió a sus hijos: “Nací el 21 de marzo de 1806 en el pueblo de San Pablo Guelatao, Oaxaca, fui bautizado como Benito Pablo Juárez García, tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres Marcelino Juárez y Brígida García, indios de la raza primitiva del país, porque apenas tenía yo tres años cuando murieron…”

Síntesis exenta de retórica, palabras vaciadas de todo enigma. Duro el andar, desde el inicio, hasta que, a los 12 años, se “fugó de su casa” (sus palabras exactas) movido por un sentimiento irresistible: “El vehemente deseo de aprender”. Sabía que en San Pablo Guelatao le sería imposible aprender a leer y escribir en español. “El deseo vehemente de aprender” es una de las frases más prodigiosas del hombre llamado Benito Juárez y de las más portentosas que puedan aducirse, como metáfora y revolución, en orden a la educación.

En 1859, cuando Abraham Lincoln tenía 50 años escribió, para conocimiento de sus posibles electores ---dice el sociólogo Juan María Alponte, profesor de la FCPyS de la UNAM, en su texto maravilloso “Los libertadores de la conciencia”, una breve autobiografía. Lo esencial de ella es su absoluta falta de pretensiones. Arroja las palabras al papel de una indiferencia serena, altera, distante y minuciosa:

“Nací [dice] el 12 de febrero de 1809 en el condado de Hardin, en Kentucky. Mis padres, los dos, eran virginianos, de familias irrelevantes, y mi madre, que murió cuando yo tenía diez años, pertenecía a la familia de los Hanks. Algunos de sus miembros residen en Adams, otros en los condados de Illinois…” . Este estado se ha vuelto de moda debido a que Barack Obama, es senador por Illinois, es el candidato presidencial puntero en la contienda interna del Partido Demócrata, del otro lado, se encuentra la senadora Hillary Clinton de su mismo partido.

Durante la intervención francesa, que duró de noviembre de 1861 a julio de 1867, Juárez abandonó la ciudad de México, cambiando de ciudad en ciudad, en defensa de la República, así vivió en San Luis Potosí, Monterrey, Saltillo y finalmente en Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez en su honor), del estado de Chihuahua. Donde vivió el autor de estas líneas durante más de 20 años. Lincoln, desafortunadamente, no vio el triunfo de Juárez sobre Maximiliano de Habsburgo, al ser asesinado en 1864, y el triunfo de Juárez fue en 1867.

Víctor Hugo, ardoroso luchador contra le pena de muerte, se ocupó inmediatamente del caso de John Brown, perteneciente a una vieja familia blanca de Nueva Inglaterra, se alzó en armas en su lucha contra la esclavitud, en las montañas de la cordillera de los Apalaches, reunió a esclavos y blancos alzados, y con ellos inició una serie de ataques contra los antiabolicionistas. Finalmente fue herido, en el Libertador, periódico abiertamente abolicionista, se publicaron diversas cartas en defensa de John Brown que pasó a la leyenda. Sin embargo, Brown fue colgado en Charlestown el 2 de diciembre de 1859.

Nuevamente, el escritor francés Víctor Hugo, desde el exilio, el 20 de junio de 1867, le escribió al presidente Benito Juárez, para que le perdonara la vida a Maximiliano de Absburgo, en unas líneas de esa memorable carta le decía: “Juárez, usted ha igualado a John Brown” (…) Maximiliano deberá la vida a Juárez. ¿Y el castigo, se me dirá? El castigo, hele aquí: Maximiliano vivirá por la gracia de la república…”

Maximiliano fue ejecutado el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas de Querétaro. El presidente Juárez decidió lo que le había aconsejado Don Ignacio Manuel Altamirano en el sentido de que el Emperador debería ser ejecutado. Dura lección de la historia.

jueves, 20 de marzo de 2008

LA GRAN DISYUNTIVA DEL PRD

Lo que mal empieza…, en escándalo termina. Como ya es costumbre cuando de elecciones internas del PRD se trata. Quien finalmente asuma la dirigencia estatal del sol azteca en Guerrero lo hará bajo el signo de la sospecha: Víctor Aguirre Alcaine o Misael Medrano Baza, candidato de la disidencia el primero, y oficialista el segundo.

Candil de la calle, la elección perredista del 16 de marzo será recordada como una muestra y muestrario de que el PRI no es el único arsenal de malas artes electorales. También en la izquierda se cocinan fraudes, se marcan boletas antes de que lleguen a los electores, se extravían urnas…al final de este proceso electoral interno lleno de irregularidades, todo terminará en un arreglo inter-tribal: a espaldas de la legalidad, los Chuchos y los Encinistas.

Choques de trenes, la contienda entre Alejandro Encinas y Jesús Ortega como aquí en Guerrero la contienda entre Víctor Aguirre y Misael Medrano, porta un enorme riesgo para un partido que aún no ha conseguido institucionalizar la lucha por el poder, que carece de reglas que ordenen el juego político interno, en el que permanece un déficit de cultura democrática y de respeto a la legalidad, en el que los caudillos siempre tienen la primera y última palabra.

En un partido que no conoce más autoridad que la de sus caudillos, cualquier dirigencia nacional se encuentra atada. “El carisma personal ---recuerda Ángelo Panebianco, politólogo italiano, lectura recomendada por el doctor en sociología Raúl Fernández Gómez a los estudiantes del doctorado en ciencia política en el IIEPA-IMA-UAG--- va generalmente asociado a fuertes resistencias a la institucionalización. El líder no tiene en efecto, intereses en favorecer un reforzamiento de la organización demasiado acentuado, que inevitablemente sentaría las bases para una emancipación del partido de su control, el líder carismático tiende a desalentar por vías y motivos diversos, la institucionalización”.

En el fondo, la gran disyuntiva de los próximos meses para el perredismo no serán los resultados de la elección entre Encinas y Ortega, o entre Víctor y Misael, para el perredismo nacional y guerrerense, en ese orden, no será elegir, repito, entre caudillos electorales; sino entre la construcción de un auténtico partido y una opción electoral desde la izquierda o la continuación agónica de una confederación de clanes, tribus, caudillos, líderes morales e inmorales.

El mensaje que deben saber leer las cúpulas del PRD en Guerrero, me refiero a: Zeferino Torreblanca Galindo (Izquierda Renovadora), Armando Chavarría Barrera (Polo Guerrerense de Izquierda), y Lázaro Mazón Alonso (Nueva Izquierda), es en el sentido de que las bases del perredismo guerrerense se rebelaron en las urnas el pasado 16 de marzo, al rechazar a su candidato Misael Medrano, porque pese a los enormes recursos que aportaron para tratar de imponerlo de arriba hacia abajo, para tener un dirigente a modo como es Sebastián de la Rosa quien ha estado a las órdenes del gobernador; un candidato opositor como es Víctor Aguirre, apoyado por auténticos líderes de la izquierda local: Pablo Sandoval Cruz, Cuauhtémoc Sandoval Ramírez, Octaviano Santiago Dionisio, Juan Adán Tabares, entre otros fundadores del sol azteca en Guerrero, sin recursos, dieron una batalla final (como lo que dio el Mariscal Antonio José de Sucre, en Ayacucho en 1824, que dio la última batalla triunfal de los libertadores de América Latina frente al yugo español) que han puesto en duda el posible “triunfo” del candidato oficial de la oligarquía de la derecha del PRD.

Malas señales para la casta divina, que empezó a poner en duda al PRD en Guerrero en los próximos comicios locales de octubre, porque es el inicio del fuego amigo y la guerra sucia que se avecina. Es también la confirmación del liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, quien siempre estuvo detrás de la campaña de Alejandro Encinas como el virtual triunfador en la contienda nacional lo aceptó en la entrevista que le hizo Carmen Aristegui en CNN en Español el pasado lunes 17.

miércoles, 19 de marzo de 2008

70 ANIVERSARIO DE LA EXPROPIACIÓN PETROLERA

A las diez de la noche del 18 de marzo de 1938, el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas del Río, leía en Palacio Nacional el decreto que expropiaba: “la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carros-tanques, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S.A., Compañía Naviera de San Cristóbal, S.A., Compañía Naviera San Ricardo, S.A., Huesteca Petroleum Company, Sinclair Pierce Oil Company, Mexican Sinclair Petroleum Corporation, Stanford y Compañía, S. en C. Peen Mex Fuel Company, Richmond Petroleoum Company de México, California Estándar Oil Company of México, Compañía Mexicana el Agwi, S.A., Compañía de Gas y Combustible Imperio, Consolidated Oil Company of México, Compañía Mexicana de Vapores San Antonio, S.A., Sabalo Transportation Company, Clarita, S.A., y Cacalilao, S.A., en cuanto sean necesarios, a juicio de la Secretaría de Economía Nacional para el descubrimiento, captación, conducción, almacenamiento, refinación y distribución de los productos de la industria petrolera”.

En este párrafo del decreto expropiatorio se condensó uno de los acontecimientos de mayor relevancia en la historia contemporánea de México. Sus consecuencias fueron inmediatas, Inglaterra rompió relaciones diplomáticas con México y junto con Estados Unidos amenazó con bloquear los puertos mexicanos, entre ellos, Acapulco. No obstante su política de Buena Vecindad recién inaugurada, el presidente Franklin D. Roosevelt, decretó una suspensión en la compra de plata, de cuya venta dependía buena parte del ingreso de divisas a México, provocando la caída del precio del metal y una crisis financiera, dos de las ciudades que fueron más afectadas por esta medida fueron Taxco, Guerrero, y Zacatecas, Zacatecas, por ser las regiones de mayor producción de plata.

Tres meses después de la expropiación se fundó Petróleos Mexicanos (PEMEX), la empresa pública que sustituía a las poderosas compañías extranjeras. Sus inicios no marcaron buenos augurios, con disputas entre el gobierno y el sindicato, carencia de técnicos y de refacciones, sabotajes extranjeros.

No fue fácil la expropiación petrolera, los primeros días de marzo de 1938, había concluido el largo juicio laboral entre el sindicato de trabajadores petroleros fundado en diciembre de 1935 y el conjunto de las empresas extranjeras. La Suprema Corte de Justicia de la Nación había dicho la última palabra, favorable a las demandas de los obreros, sentencia final que recibió un rechazo despectivo y retador de las empresas. Todavía el presidente Cárdenas intentó un arreglo postrero, reuniéndose con los representantes de éstas. En esta junta, uno de los personajes, con toda la arrogancia venida de muchos años en el ejercicio del poder, le preguntó quién garantizaba el convenio que se les estaba proponiendo, respondiendo el general Cárdenas que el mismo presidente de la República. Ello provocó la sonrisa sarcástica de varios de los empresarios extranjeros. Justo entonces, con toda dignidad, Lázaro Cárdenas se levantó de la mesa y les comunicó: “Señores, hemos terminado”. El desenlace fue histórico.

Para nuestra memoria colectiva, en la firma de los dos decretos: el de la Expropiación Petrolera y el de la creación de PEMEX, por parte del Senado de la República, fueron firmados por un guerrerense ejemplar, el entonces Senador Román Campos Viveros, nacido en Tixtla el 9 de agosto de 1903. Ambos decretos fueron promulgados por el presidente Lázaro Cárdenas del Río, compañero de armas del ex coronel de caballería Campos Viveros, padre de Violeta Campos Astudillo, ex diputada local. Para mantener vivo el recuerdo del ilustre legislador, existe en su ciudad natal, la Organización Renovadora de Tixtla “Senador Román Campos Viveros” (ORTIX), que preside el autor de estas líneas.

A pesar de todo, PEMEX ha subsistido, y siete décadas después nos encontramos en un nuevo 18 de marzo, frente a otro dilema: o una empresa social para la nación mexicana, libre de corruptelas, productiva y moderna o su entrega a los intereses privados que la perdieron en 1938, para que puedan saquear de nueva cuenta el patrimonio de todos los mexicanos, porque debemos ser pragmáticos o realistas.

miércoles, 12 de marzo de 2008

16 DE MARZO: DIA “D” EN EL PRD

Mención aparte merece el partido del sol azteca. Este 16 de marzo es su turno en la renovación de su dirigencia nacional. El PRI lo hizo en marzo y el PAN en diciembre el año pasado; la socióloga Beatriz Paredes Rangel y Germán Martínez Cázares son los nuevos dirigentes, respectivamente. Sin duda, la lidereza tricolor ha tenido más éxito que el panista, al recuperar importantes posiciones políticas para su partido, recordemos el caso de la gubernatura de Yucatán. Llegó la hora para el PRD. Nuevamente se pondrá frente al espejo y tratará de salir lo menos maltrecho posible. Ya desde el año pasado se pusieron algunas piezas sobre la mesa que anticiparon la correlación de fuerzas: en lo referente a la reforma judicial y las enmiendas y adiciones al Cofipe, los diputados perredistas votaron divididos. Un tercio de la bancada ---identificados como pejistas--- no convalidó ninguna de las reformas.

A nivel nacional, en el PRD cuatro políticos levantaron la mano para dirigir al partido: Alejandro Encinas, Jesús Ortega, Camilo Valenzuela y Alfonso Ramírez Cuéllar. Se percibe una feroz contienda ---quizá con golpes bajos y guerra sucia--- entre los dos principales contendientes: Alejandro Encinas y Jesús Ortega.

La candidatura de Jesús Ortega tuvo su primera victoria en el Congreso del partido de julio pasado, cuando su corriente, Nueva Izquierda (NI), logró cerrar al ámbito partidario ---únicamente militantes--- la elección del Comité Nacional. No obstante, ahora como entonces, la moneda por la dirigencia sigue en el aire: “los Chuchos tienen el control del PRD y la mayor fuerza militante, lo que, en teoría, les da amplias posibilidades de acceder ---por fin--- a la dirigencia nacional del sol azteca. Ortega lleva en Guerrero de fórmula para la dirigencia local a Misael Medrano Baza, quien ha sido cuestionado duramente por sus opositores por estar utilizando todos los recursos posibles para imponerlo en una elección de estado.

Alejandro Encinas Rodríguez, profesor de la facultad de economía de la UNAM, es el gallo de Andrés Manuel López Obrador, este martes 11, escribió en El Universal 10 compromisos, me interesa rescatar el número 4, que dice: “Un partido con autonomía del poder público y de los poderes fácticos. Que erradique todo tipo de intervención gubernamental en los asuntos internos del partido. Un partido que, a su vez, respete la autonomía de las organizaciones y de los movimientos sociales y rechace toda práctica clientelar o corporativa”. Sin duda, un mensaje cifrado para el gobernador de Guerrero y al dirigente ya de salida del PRD en nuestra entidad. Encinas lleva de fórmula en Guerrero al diputado federal Víctor Aguirre Alcaine, quien se hace llamar el candidato de la Izquierda Unida, pero resulta que no es tal, porque hay otras corrientes de izquierda que tienen candidatos propios. Lo que si es cierto es que el también coordinador de la bancada de la diputación perredista en la Cámara de Diputados si ha provocado un desgajamiento a las corrientes del gobernador y del secretario general de gobierno.

El legendario político de izquierda, Camilo Valenzuela, busca por cuarta ocasión la dirigencia nacional del PRD, le acompaña en la fórmula aquí en Guerrero, su paisano, el sinaloense y economista, Javier Ibarra Angulo, con residencia en Tixtla y con 26 años trabajando como funcionario público en nuestra entidad. Camilo Valenzuela, representa la izquierda más radical, es amigo del profesor Othón Salazar Ramírez, militante histórico del Partido Comunista Mexicano.

Valenzuela y Javier Ibarra han hecho una campaña austera, los dos son apoyados por la Red de Izquierda Revolucionaria (Redir), su proyecto es fundar una escuela de democracia participativa de desarrollo político-intelectual. Asimismo, construir una tendencia democrática con un plan para refundar al PRD, es decir, ellos no hablan de tribus ni corrientes, sino de tendencia que transforme al sol azteca en un Partido Frente, que busque la unidad de las izquierdas para enfrentar a los demás partidos a través de una lucha ideológica marxista-leninista.

Se espera una elección competida y los escenarios no son nada alentadores. Si se diera la derrota de Encinas, podría traer como consecuencia el rompimiento de Andrés Manuel y sus seguidores con la burocracia del sol azteca: Todos perderían con la ruptura. Pero quien ganaría sería el Partido Convergencia porque López Obrador formaría una alianza con Dante Delgado, Alejandro Chanona y Luis Walton Aburto. La moneda sigue en el aire...

domingo, 2 de marzo de 2008

IRRESPONSABILIDAD DEL CONSEJERO

El todavía presidente del Nuevo Instituto Estatal Electoral Guerrerense (IEEG), antes de que termine su tiempo en esa Institución no debe dejar hilos sueltos ni flancos abiertos al conflicto jurídico o político. Tiene hasta los últimos días de mayo la oportunidad de limpiar su gravísima imagen ante la opinión pública y dotar de legitimidad a la reciente reforma electoral en su conjunto.

Pero no solamente eso, sino que tiene pendiente un juicio laboral que interpusieron los trabajadores: Evodio Neri Zavaleta (15 de junio, 1999); María de la Luz Sánchez Martínez (01 de abril, 2002); y Michelle E. Rodríguez Méndez (01 de agosto, 1998); quienes laboraron en forma ininterrumpida trabajaron hasta el 31 de diciembre de 2005, quienes a su juicio desempañaron sus funciones con un sentido de responsabilidad.

Sin embargo, el 2 de enero de 2005, al regresar de vacaciones, se presentaron a trabajar en el anterior Consejo Estatal Electoral, pero se encontraron con la desagradable sorpresa de que su relación laboral había concluido, información que les dio Vicente Guerrero Campos, secretario técnico, por instrucciones de Emiliano Lozano Cruz; violando así sus más elementales derechos que les confieren nuestras leyes.

No era un lance cualquiera, válgase la obviedad, como degradación facciosa de un presidente del anterior CEE, quien entró por la puerta de atrás, como lo dio a conocer en una serie de reportajes televisivos Víctor Trujillo, y en lugar de lavar su imagen, la ha complicado porque pretende heredarle el conflicto laboral al próximo presidente del nuevo IEEG.

En varias ocasiones, dice un escrito que fue entregado a los diputados que integran la Comisión de Gobierno del H. Congreso del Estado, por los trabajadores afectados, por cierto uno de ellos (Evodio Neri Zavaleta, es un excelente abogado, conocedor de nuestras leyes electorales, además de eficiente, me supongo que sus ex compañeros también reúnen este perfil), en el que le solicitan su intervención, ya que el consejero presidente del IEEG, afortunadamente ya de salida, nunca los quiso escuchar a pesar de que también “estudió” Derecho, y que se supone que conoce la garantía de audiencia que enmarca nuestra Constitución Política de los Estados Mexicanos; el “pretexto” para no recibirlos, fue que sus puestos ya estaban ocupados por otras personas recomendadas por los otros 8 consejeros y que al anterior CEE le harían una reestructuración; cosa que nunca ocurrió desde enero de 2005, sino hasta diciembre de 2007, en que el CEE ahora recibe el nombre de Instituto en lugar de Consejo, y que ahora serán sólo 7 consejeros en lugar de 9, es decir, se tardaron 2 años para la supuesta reestructuración.

Los trabajadores injustamente despedidos por el saliente consejero presidente del IEEG (a quien las plumas oficiosas le llaman “doctor” en derecho electoral, por cierto uno de los 9 consejeros descubrió en fecha reciente una lista de columnistas pagados con el presupuesto del IEEG, para enaltecer con “virtudes” de las que carece totalmente el presidente del órgano electoral de la entidad), interpusieron su demanda laboral ante las instancias correspondientes, cuyo resultado ya fue emitido en forma favorable a los tres trabajadores, sin embargo, dice el escrito, que Emiliano Lozano Cruz ha estado retardando el procedimiento, interponiendo ante el organismo jurisdiccional electoral recursos totalmente improcedentes y frívolos, con la única intención de evitar el desarrollo del mismo, para que éste concluya su gestión y llevarse en costales el dinero que le corresponde a los tres trabajadores que les fueron violados sus derechos laborales.

La petición que hacen los tres trabajadores a los cinco diputados que integran la Comisión de Gobierno del H. Congreso del Estado, es saludable, sobre todo antes de que termine su periodo improrrogable Lozano Cruz, en el sentido de que acuden a esa Soberanía Popular para que intervenga en la solución de sus demandas y se les restituya en sus derechos laborales que les fueron violentados.